Daniel SolacheProducción: Antes del Amanecer
Creadores: Maria Schrader
Año: 2016
Plataforma: 16 Semana de Cine Alemán
En 5 líneas esta película:
Es un drama biográfico
Es un buen retrato de su personaje
Es un relato dinámico
Es histórica, pero relevante para nuestros tiempos
Invita a reflexionar
Una de las películas que nos ofrece la 16 Semana de Cine Alemán, organizada por el Instituto Goethe, es Antes del Amanecer (2016), retitulada Stefan Zweig: Farewell to Europe, para su lanzamiento internacional. Esta cinta es la segunda en la que Maria Schrader —ganadora en la Berlinale del Oso de Plata como mejor actriz, por Aimée & Jaguar (Färberböckasume, 1999)— asume el rol de directora. Y la historia que decide contar esta vez es una que se refiere a los últimos años de la vida del ilustre escritor austríaco Stefan Zweig, quien, por ser judío, se vio obligado a escapar de una Europa que los nazis amenazaban.
La narración comienza in medias res. Nos encontramos en Brasil, a principios de los años treinta. La élite del país se prepara para recibir al afamado ensayista y narrador. Zweig, recién exiliado, afirma que este paraíso latinoamericano es el país del futuro, en contraste con la Europa decadente, donde la discriminación y la violencia se han convertido en los parámetros de la cultura y la convivencia cotidiana. En Brasil, creen Zweig (Josef Hader) y Lotte Altmann (Aenne Schwarz), su segunda esposa y editora, la naturaleza y las personas son generosas, no hay guerra y distintas razas conviven sin conflicto.
Pero encontramos ya aquí una primera contradicción: el dictador brasileño Getúlio Vargas, quien recibe al autor, hasta 1938 se considera amigo del tercer imperio alemán. (Y, debido a esto, durante los años treinta, también suena el samba en las radios de los nazis.) Sin embargo, el líder del Estado Novo, antisemita de facto, considera que la visión de Zweig sobre su país no dista mucho de su propia versión del nacionalismo brasileño, por lo que lo ve como un aliado. Y Zweig, sin más, se presta a sus elogios.
Tras esta introducción celebratoria, el relato, dividido en episodios que alternan tiempo y geografía, nos traslada a Buenos Aires, unos años después. Y es aquí, durante una conferencia de prensa y la subsecuente exposición de los discursos de los escritores del PEN Club Internacional, que se establece el conflicto central del personaje: ¿Es posible ser un intelectual apolítico? Y sobre todo, siendo judío, ¿es viable y deseable mantener dicha postura, cuando el mundo entero se encuentra asediado por los nazis? Stefan Zweig, contrariando a muchos, se niega a condenar abiertamente a la que considera aún su propia nación y cultura.
Es durante un breve viaje a Nueva York que la verdadera magnitud de la persecución contra los judíos finalmente lo impacta. Por su fama e influencia, incluso viejos adversarios le piden, desesperados, ayuda para escapar hacia algún lugar seguro. Zweig, a pesar de sus mejores esfuerzos, reconoce el límite de su capacidad real para cambiar el destino de tantos. Decide entonces refugiarse en la escritura de su libro sobre Brasil, país en el que ha establecido su nueva residencia.
El retrato que nos ofrece Schrader del autor y pensador judío es el de un hombre que, lentamente, pierde la voluntad de vivir. El idealismo y humanismo del austríaco, así como su lengua, fueron invadidos y desecrados por salvajes, y sus obras, incineradas en grandes actos de humillación pública. Y Zweig, a pesar de encontrarse a miles de kilómetros del epicentro bélico y rodeado de la belleza americana, como muchos otros antes de 1942, año en que se detuvo el avance de las potencias del eje, estaba convencido de que sería imposible frenar las conquistas de Hitler.
En un mundo que aún no supera los males que diezmaron el ánimo de Zweig, el filme de Schrader obliga a mirar de cerca las consecuencias espirituales que padecen las víctimas de fanáticos y también a cuestionarnos sobre la posibilidad y conveniencia de evadir las realidades sociopolíticas que se nos imponen. Aunque no aparezca un solo nazi en toda la película, el alma del artista, desarraigado a la fuerza de su tierra y lengua, termina por marchitarse entre la densa y vital flora brasileña. Y, con ironía trágica, sus ramas y su aliento no pueden evitar quebrarse, justo antes del amanecer.
(La última proyección de Antes del Amanecer se realizará el viernes 18 de agosto, a las 20:30 horas, en la Cineteca Nacional.)