Producción: Aún Más Bella (De Plus Belle)
Director: Anne-Gaëlle Daval
Año: 2017
Plataforma: 21 Tour de Cine Francés
En 5 líneas esta película:
Es una tragicomedia más comedia que trágica
Es un filme de temática cercana
Trata la aceptación de uno mismo ante la adversidad
Tiene una discreta pero muy sólida dirección
Cuenta con un excelente guión
Sobrevivir al cáncer no ha sido un proceso sencillo para Lucie (Florance Foresti), si a eso le sumamos el estoicismo de su madre, la frialdad de su hija y la nula vida social que lleva, el resultado es una reacción adversa a relacionarse con personas, pese al consejo de su hermano y médico Frédéric (Jonathan Cohen). Todo esto no es impedimento para Clovis (Mathieu Kassovitz), quien se siente sumamente atraído por Lucie. En un intento de modificar su actitud, Lucie recurre a Dalila (Nicole Garcia), la dueña de una tienda de pelucas, y quien imparte la clase de cabaret en un centro comunitario. Lucie terminará asistiendo a las clases en un intento de romper con todo lo adverso que la enfermedad le ha traído.
No es posible abstraerse de una situación tan constante como el padecimiento de cáncer, el cual aqueja a nuestra sociedad, más cuando se trata de situaciones familiares o cercanas. Este es uno de los mensajes que destacan de Aún Más Bella. Pero hay también un tema de aceptación cuando uno se enfrenta una situación de ese calibre, aunque en subtexto se siente más como un regaño con amor, un discurso amoroso de decirnos “acéptate como eres y serás libre”.
Disculpen que cambie mi tono en algo más personal, pero hace tiempo que no veía una película concreta y honesta, además de económica en su dirección. Daval, en su ópera prima, tiene la sutileza de contar una historia bien escrita, sin demasiado aspaviento; da la impresión que no se esfuerza en hacer un buen trabajo, solo presentando situaciones a lo que los actores responden con naturalidad. Como en aquella secuencia, donde todo el círculo familiar recoge a Lucie y Hortense, madre e hija, de tal forma que va de un tono a otro y cuando menos nos dimos cuenta retomamos la risa por gestos tan simples que nunca dimos cuenta.
Está bueno encontrarse con Mathieu Kassovitz en papeles diferentes, por otro lado, también me significa meterle más recio a Duolingo para toparme las rutinas de Florence Foresti.