Ivan Elvira ReyesPRODUCCIÓN: EL REENCUENTRO (SAGE FEMME)
DIRECCIÓN: MARTIN PROVOST
AÑO: 2017
PLATAFORMA: 21 TOUR DE CINE FRANCÈS
EN 5 LÍNEAS ESTA PELÍCULA
Es de drama
Tiene grandes actuaciones y química entre sus dos protagónicos
No recurre al sentimentalismo fácil
Sabe utilizar a sus dos personajes principales
Por momentos se siente repetitiva
El título original de la película dirigida por Martin Provost es Sage Femme, el cual se refiere a esas mujeres encargadas de asistir en un parto, es decir, una partera. Pero también se refiere a una mujer sabia o apacible. En esta cinta, enfocada a la figura femenina, se aprovechan los diferentes significados del término. La protagonista Claire (Catherine Frot) es una experimentada partera en una clínica que está apunto de cerrar su área de maternidad, es madre soltera, con una vida modesta pero tranquila y sin mayores preocupaciones.
Al inicio vemos el peso de Claire en su oficio, básicamente es esa persona a quien los trabajadores del hospital acuden para acercarse a una renuente mujer afroamericana, para ayudar a una mujer accidentada o asistir a una joven que llega sola a mitad de la noche, y a quien curiosamente había traído a este mundo en ese mismo hospital años atrás. Del lado personal, Claire crió sola a su único hijo –un estudiante de medicina– mantiene con dedicación un jardín y sobre todo ha sabido mantenerse a sí misma sin vicios, crisis de la edad, problemas económicos o cualquier dificultad. Se podría decir que su vida se divide sólo en el cariño a su oficio (traer bebes al mundo), su hijo y su jardín.
La película no tarda en ir al grano. Tras un par de secuencias de Claire haciendo su trabajo, llega a su casa y escucha un mensaje de Beatrice (Catherine Deneuve), una antigua amante de su padre y quien resulta su completa antítesis. Beatrice disfruta de los vicios (fuma, bebe y apuesta), de la vida costosa y viste de manera ostentosa. Aunque la cinta va rápido al punto, se toma su tiempo en desarrollarlo, de a poco conocemos la verdadera relación entre estas dos mujeres.
Beatrice se comunica tras años de ausencia e incluso desconociendo que el padre de Claire murió. Claire le guarda un resentimiento y con justa razón: su padre, un famoso nadador en los setenta, estaba enamorado de Beatrice, pero esta lo dejó provocando su eventual suicidio. Ahora, ella regresa tras ser diagnosticada con cáncer cerebral y descubrir que sus excesos la han llevado a que la hija de su antiguo amante sea la persona más cercana a quien acudir para no morir sola. El personaje de Frot pasa de ser una mujer hermética a una reflexiva, quien está consiente de su rencor, pero también sabe que es justificable su entendimiento con Beatrice.
Esta es el tipo de película en donde dos personajes de personalidades diferentes y con dificultades pasadas de por medio se reencuentran para conocerse, entenderse y cuidarse una a la otra. Las relación entre estas dos mujeres termina siendo casi familiar, casi como una madre tratando de recuperar a su hija y una hija tratando de comprender a su madre. Es gracias a las actuaciones de las Catherines (Frot y Deneuve) que esto sucede, los mejores momentos ocurren cuando ambas están en pantalla.
La película en algunos puntos nos pierde, no sabemos bien a hacia donde se dirige y con frecuencia se guarda información, empero, resulta conmovedor ver como avanza la relación entre Claire y Beatrice. Básicamente, las actuaciones de Deneuve y Frot son las que mantienen solido el drama. Por otra parte, Provost tiene el suficiente cuidado para no caer en un sentimentalismo fácil, conociendo de antemano los puntos predecibles en la trama.
El Reencuentro nos proporciona dos personajes con un punto de vista de la vida completamente diferente, cada una con la sabiduría que su propia experiencia les ha proporcionado y por la cual encuentran su manera de disfrutar los momentos. La película no aporta nada nuevo, es una historia que ya hemos visto antes, sin embargo, la química entre sus protagonistas vale completamente el tiempo invertido.