PRODUCCIÓN: Una Familia Peculiar (Cigarettes Et Chocolat Chaud)
DIRECCIÓN: Sophie Reine
AÑO: 2016
PLATAFORMA: 21 TOUR DE CINE FRANCÈS

 

EN 5 LÍNEAS ESTA PELÍCULA

Es de comedia con algo de drama familiar

Trata sobre una familia disfuncional «funcional»

Es eficaz tanto en su comedia como en su drama

Tiene presencia sonora de David Bowie

Trata un tema que ya hemos visto antes

 

   

 

En una marcha estudiantil de 1986 Denis (Gustav Kervern) conoció a la que sería la mamá de sus hijas. Para las marchas de 1994 ya no iban solos, pues los acompañaba Janine (Héloïse Dugas), su primera hija; luego vendría Mercredi (Fanny Zanini). Las niñas crecieron con algunos baches en el camino; Denis hace de todo para mantener a sus hijas lo mejor posible con dos trabajos, pero eso no evita que, una tarde, Mercredi se quede hasta tarde en la escuela y posteriormente en la comisaría donde la policía, de acuerdo al protocolo, tiene que mandar una nota de atención respecto a la familia. Este incidente mueve a la maquinaria burocrática y una trabajadora social Severine Grellot (Camille Cottin) intentará modificar la libre y extraña forma de vida de la peculiar familia.

El gran éxito de Cigarettes Et Chocolat Chaud radica en retratar la adversidad de crecer como y seguir adelante mientras escuchas a David Bowie y las responsabilidades se apilan como ropa sucia en una esquina. La historia viaja entre emociones: desde los momentos más emotivos y lacrimógenos hasta la carcajada más estertórea.

También está la crítica en ambos lados: crecer en un entorno de libertad pseudohippie, donde los niños pueden ser ellos y donde los padres también tienen la libertad de ser proveedores bajo sus términos, así como una crítica a un sistema tecnócrata que en un principio ofrece ayuda gubernamental que luego amenaza con quitarle los niños a los padres. Y entonces surge la duda. ¿Quién está bien en este esquema? ¿El padre que busca confrontar a los niños ante la vida con inocencia y libertad de decisión o el sistema(¡opresor!), que busca el bienestar desdeñando sentimientos? Entre medio de estas tribulaciones ocurre un evento que aumenta el desasosiego que vive la familia pues uno de sus integrantes sufre Síndrome de Tourette.

Es llamativo el hecho de que, la cinta considerada la comedia francesa de este año, tiene la peculiaridad de reírse de las cosas más complejas, como la posibilidad de perder a la familia o sufrir cáncer de mama. Lo que para otro cine de comedia sería una premisa contra todo pronóstico positivo para el género, aquí adquiere un tono de sátira siguiendo la máxima: al mal tiempo buena cara.

Mención honorífica conferida por uno de los homenajes más emotivos a David Bowie, que nos funciona como una metáfora de vida para dejarlo ir. Let’s dance siempre estará en nuestros corazones, al igual que las cobayas de pelo rubio Miss Clayrol (la referencia queda de tarea). La película vale la pena, además, por una despedida tan emotiva al músico con heterocromia con más estilo, glam y buen gusto. ¡Cambio y fuera!

 

 

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