Producción: 3%, Segunda Temporada
Director: Pedro Aguilera
Año: 2018
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta temporada:
Continúa la trama de La Causa vs. El Proceso
Explota más las intrigas de espionaje
Da un salto en calidad de producción
No abandona las pruebas a sus personajes
Por momento muerde más de lo que puede engullir
Dependiendo de la opinión personal de cada quién, será valido el handicap para medir producción nacionales o bien externos a Hollywood, frente a lo que las producciones norteamericanas nos tiene acostumbrados. Para el caso de la ciencia ficción, posiblemente es un poco más válido, a final de cuentas este es un género que hoy en día utiliza grandes cantidades de efectos especiales y es difícil competir por la atención del espectador si no se tiene un presupuesto acorde. Pero, a final de cuentas, la ciencia ficción no se trata de mostrarnos el futuro, sino de mostrarnos lo que está mal en el presente. En ese respecto, 3%, la serie brasileña de Netflix, no tiene muchas imágenes para apantallarnos, pero sí mucho que decir de nuestros modos de vivir en sociedad.
Para la segunda temporada es claro que Netflix le dio un espaldarazo a los productores, ya que entre otras cosas, vemos algunos segundos de efectos especiales, así como un gran número musical que incluye un carnaval, muy a lo carioca, y lo que parece ser el tema original de la serie. La plataforma parece haber acertado una vez más. 3%, con todas las dificultades de la barrera del idioma que pudiera tener, entrega una segunda temporada mejor a la primera, lista para reforzar a su base de fans y para ganar algunos nuevos. La trama se vuelve más rica y profunda en su mitología, además de que ya no está limitada por la novedad de las pruebas de El Proceso, viñetas que prácticamente dominaron el atractivo de la serie en la primera temporada. Ahora vemos a nuestros personajes principales –Michele, Fernando, Rafael y Joana– luchar en campo abierto por sus prioridades, las cuales en algunas ocasiones nos las van a presentar como ambiguas.
Y tal vez esa es una de las grandes virtudes de esta historia, la ambigüedad de nuestros personajes, algunos decididos en sus motivaciones, pero no en sus métodos, otros en viceversa, y algunos comprometidos por el sendero del bien, pero amenazados por un sistema que tal vez no quiere cambiar. 3% nos muestra un mundo distópico que acertadamente extrapola aquellos detalles de nuestra sociedad actual que probablemente nos llevarían en la dirección en la que se encuentra situada la historia.
El esfuerzo por crear un universo es loable y aunque por momentos es verdad que vemos que no alcanza la producción, o bien que intenta un salto que tal vez no puede aterrizar, a final de cuentas el valor de entretenimiento es alto, y la sinceridad con la que está desarrollada la historia y los personajes es evidente y se agradece. Se había hablado que La Casa de Papel era la mejor serie en español original de Netflix, pero si ampliamos la competencia a Iberoamérica, habiendo entregado su segunda temporada, es imposible competir con lo que está haciendo 3%.