Producción: After Life: Mas Allá de Mi Mujer
Creador: Ricky Gervais
Año: 2019
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie:

Es un drama/comedia

Nos cuenta una parte del proceso de un duelo

Explora con honestidad la subjetividad del personaje principal

Tiene pocos pero efectivos episodios

Se puede llegar a sentir redundante y pesada.

 

  

 

Desde temprana edad los seres humanos experimentamos la perdida. Es imposible pasar de largo sin que algo que queramos se termine o se vaya. Puede ser ese pollito que te ganaste en la feria y te duro vivo un día, esa novia con la que creías que te ibas a casar y solo se casó ella o el fallecimiento de una persona cercana a ti. El vacío y la penumbra que deja suele ser proporcional al grado de cariño y cercanía que le procurabas. Y todo a tu alrededor sigue ahí, sin inmutarse por tu dolor. Pero ¿cómo seguir siendo tú después de eso?

Ricky Gervais interpreta a Tony, un hombre maduro que trabaja como escritor en el periódico local de una comunidad donde nada trascendente ocurre. Su esposa ha fallecido a causa del cáncer y antes de morir ella le dejó muchos de sus pensamientos en videos. Tony parece no tener preocupación por hacer algo por él mismo, la idea del suicidio es una constante. El buen humor que alguna vez tuvo se transformó en un agudo cinismo y discreto desprecio por su entorno.

Gervais se hace cargo de inquietudes cada vez más cercanas al drama que a la comedia en sus últimos trabajos. The Office podrá haberlo puesto en el mapa por ser una comedia novedosa, pero han pasado dieciocho años de eso y  Gervais se ha ido perfilando hacia un lugar más lejano. El aislamiento, la discriminación, la perdida y el sentido de la vida se fueron posicionando en su trabajo conforme ha ido desarrollado su carrera como escritor de TV. Su guía para desarrollar una historia es la honestidad antes que la satisfacción y esa honestidad rescata el guion de su personaje en After Life y le procura salir a flote con el dramedy. Aquí no caben reflexiones sin antes un roce con el humor oscuro. La colorida e iluminada ambientación de la serie podría pintar algo de suavidad, pero finalmente seguimos hablando de los fenómenos emocionales de un hombre cuyo deseo es imposible y la dureza de su carácter es el único paliativo para una vida solitaria.

After Life no es otro relato estrujante y pretencioso sobre la depresión; su foco está en el egoísmo agudo de un duelo. Esa perspectiva es atractiva porque se desentiende de fórmulas simpáticas y trata el dolor del personaje desde la ira. Pero también es algo desilusionante ya que no se explora ningún otro personaje de apoyo, se queda en un estancamiento emocional y puede volverse redundante, inclusive en el apartado cómico. Por otro lado, acierta en su cometido de proyectar un proceso difícil y sensibilizarnos al respecto. No importa cuál sea tu perdida, te identificas con la naturaleza de la situación y esto lo hace con pocos y efectivos episodios.

Una vez perdí un disco de Mana que me habían prestado (que pena). Ha sido de las mejores perdidas que he tenido. Perder también puede ser un alivio por paradójico que suene. Lo difícil es recorrer el camino que te lleva  a esa conclusión.

 

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