El área de Formación de Ambulante capacita a nuevos realizadores de diversos rincones de América Latina, quienes cuentan con acceso limitado a herramientas para compartir sus historias con un público amplio. Por medio de talleres modulares, Ambulante Más Allá fomenta la realización de documentales desde una perspectiva cultural propia.

 

–Ambulante, 2018

 

La sección Más Allá, del festival de cine Ambulante, es quizá una de las más fascinantes de todo el festival. Mediante este programa se genera una serie de apoyos para un número de cineasta seleccionados de comunidades participantes. Mediante esta sección, el festival le da voz a personas que tienen algo qué contar, produciendo así historias de rincones del país que de otra manera no hubieran tenido esa posibilidad. Más Allá es verdaderamente el cine como una herramienta para acercarnos los unos a los otros. Es el arte en toda su expresión y poder como agente de cambio. Es algo de lo que todos debemos formar parte.

 


 

 

El Sonar de las Olas
Dir.: Vanessa Ishel Ortega

 

El Sonar de las Olas, dirigido por la realizadora emergente Ishel Ortega, nos cuenta de una surfista conocida como Candy Surfer, una joven imperiosa y sobretodo decidida a triunfar en un mundo que, dada una incapacidad de nacimiento, le dice que no es capaz de hacer cosas grandes. Cosas fabulosas. Élida González, como la llaman su mamá y su hermana, sabe que el mundo parece estar en su contra a veces, incluso en su casa suelen preocuparse de que su temeridad la metan en problemas, pero esto es justo lo que a la pequeña le da el impulso de salir, enfrentar a las olas y, al mismo tiempo, tocar el violín como una maestra para la orquesta infantil de Acapulco. El documental de Ishel Ortega es efectivo en eso que todos los documentales se supone deben lograr, y es que sí logra convertir su cámara en una mirilla hacia la vida de alguien más, la pequeña Élida, en este caso. Las olas y su sonar están ahí y esta niña, excepcional sin duda, es un personaje entrañable para esta o cualquier historia.

 

Bela V.

 


 

 

Weck: La Palabra es Mi Voz
Dir.: Aldo Arellanes Antonio

 

Existen actividades que literalmente rescatan a jóvenes de dedicarse a la delincuencia, narcotráfico o cualquier mal paso a la que su situación social los orilla. Para Weck, un joven acondroplásico dedicado al tatuaje, fue el hip hop. Allí encontró su refugio y expresión.

Pinotepa Nacional, Oaxaca, luce por sus antiguas tradiciones y el rap quizá no sea una característica en la región, pero Weck toma como insignia su condición y a través de lo que él llama rap consciencia intenta darle voz a los temas importantes: drogadicción, depresión o incluso felicidad. “Yo no te voy a cantar cosas de pandilleros”, dice en alguna parte del documental.

Este trabajo oaxaqueño muestra un pedazo de la vida de este joven alejado de las típicas tradiciones de su pueblo, quien comparte sus aficiones sólo con un puñado de amigos. El protagonista pasa la mayor parte de su tiempo dibujando, escribiendo y promocionando sus eventos de rap consciencia, poco importa si la explanada donde se presenta está vacía y sus únicos espectadores son los curiosos que van pasando por allí. Él trata de generar un bien haciendo lo que más le gusta; de eso se trata la vida, afirma él.

 

Ivan E.

 


 

 

Tita, Tejedora de Raíces
Dir.: Mónica Morales

 

Casi nunca se habla de la parte afrosdescendiente de México, ya que ha quedado excluida en la construcción de la identidad mexicana, y su representación en el cine no es la excepción. Sin embargo, se ha comenzado a visibilizar cada vez más la situación identitaria de la Costa Chica en el mundo audiovisual con largometrajes como La Negrada (Jorge Pérez Solano, 2018).

El cortometraje documental, Tita, Tejedora de Raícesmuestra la historia de Tita, quien se dedica a la pesca para mantener a su familia, en Chacahua, Oaxaca. A la par de su labor cotidiana como pescadora, una labor comúnmente masculina, la protagonista narra los distintos hechos que han marcado su vida, retratando la complejidad de su entramado identitario: ser mujer y afrodescendiente en un país machista y racista.

Tita, Tejedora de Raíces logra contar la historia de una mujer que busca aportar a su comunidad a pesar de su dolor; una historia donde la vida continúa y se puede volver a cultivar en un terreno estriado. Mónica Morales nos acerca un poco más a saldar la deuda histórica que se tiene con la comunidad afrodescendiente de México al darle voz a través de su cortometraje.

 

Antonia G.

 


 

 

Rojo
Dir.: María Candelaria Palma Marcelino

 

Rojo es el sobrenombre que le adjudicaron sus amigos a Michael Diaz Clavel, un joven de escasos dieciocho años que vive con su colegas en el puerto de Acapulco. Rojo es un artista urbano, uno de esos que vemos en las paradas de los semáforos haciendo malabares junto a sus amigos para ganarse la vida. Pero Rojo, el documental, es un relato que nos viene a señalar mucho de los prejuicios que pudiéramos tener no solo en contra de estas personas, sino de otras formas de vivir a las que ya hemos encasillado con nuestra limitada percepción. El corto está narrado en su totalidad por el joven, quien nos cuenta un poco de su historia, de su presente y de sus anhelos. Nuestro protagonista en verdad es alguien con mucho qué ofrecer, tanto por su filosofía de vida que nos la describe casi como un poema, así como algún taller de creación impartido en alguna primaria. Aquí la pregunta obligada: ¿hemos hecho más por nuestra comunidad que esta persona de tan aparentes limitaciones?, ¿entendemos mejor que él el entorno que nos rodea y cómo nos relacionamos con ello?

Rojo, como todo joven, quizá aún no cae en cuenta de que la vida es un tren que a veces viene en contra de nosotros, para pararnos en seco, y no a nuestro favor, para llevarnos a donde queramos. El desenlace inesperado de la historia de Rojo se nos cuenta de manera extemporánea al documental, mediante un párrafo escrito en los créditos una vez finalizada la cinta.

 

Santiago P.

 


 

 

Nendok Entre Lagunas
Dir.: Juan Ernesto Regalado Morales

 

La cinta del activista Juan Ernesto Regalado Morales nos lleva hasta San Matero del Mar, una comunidad ubicada en un estrecho entre el océano Pacífico y la Laguna Superior, en el estado de Oaxaca. Ahí escuchamos la voz de Wenseslao, un pescador que nos narra las dificultades de vivir de la pesca en tiempos donde la modernidad ha afectado al medio ambiente de tal manera que es casi imposible subsistir de la misma forma en que lo habían hecho en tiempos pasados.

Wenseslao habla de cómo la comunidad se vio dividida por los políticos, quienes buscaron apoyo para la construcción de un parque de turbinas eólicas. Estas espigadas maquinarias representan hoy la ominosa figura de la tecnología que está acabando con el medio ambiente y la posibilidad de Wenseslao de vivir de la tierra.

El documental no se guarda su intención de advertirnos, de que quizá lo único que necesitamos para vivir y ser felices es ver nuestras necesidades básicas cubiertas, trabajar día a día para comer, tener una familia y algo de seguridad; pero cuando nuestro interés por tener más de eso empieza a amenazar el mismo soporte donde estamos parados, es ahí donde surgen nuestros problemas, unos que de seguir la tendencia actual, no van a respetar latitud ni poder adquisitivo. San Mateo del Mar es tan solo una historia que se está repitiendo en todos los rincones del orbe.

 

Santiago P.

 

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