Producción: Atómica (Atomic Blonde)
Director: David Leitch
Año: 2017
Plataforma: Comercial

 

En 5 líneas esta película: 

Es un thriller de acción y espionaje

Tiene un gran soundtrack

Mantiene buen ritmo y no aburre

Visualmente recuerda a un comercial de perfume

La historia es más rebuscada de lo que uno esperaría

 

   

 

Generalmente, las películas de espionaje se caracterizan por dos elementos principales: Grandes secuencias de acción y una femme fatale que hechiza al protagonista desde que sus caminos se cruzan. En el caso de Atómica, la protagonista es la misma seductora que nos hipnotiza desde el minuto uno, y ¿saben qué? Ya era tiempo. Sí, es cierto que ya existen algunas cintas de acción protagonizadas por mujeres –pensemos en Sympathy for Lady Vengeance (Chan-wook, 2006) o la saga Underworld–, pero cuando se trata específicamente del género de espionaje, las mujeres no sirven más que como un elemento secundario en la trama, incluso un mero mcguffin.

David Leitch, famoso stuntman de Hollywood, dio el salto a la silla de director y en esta, su primera película en solitario, demuestra que las damas no sólo no tienen miedo a despeinarse, sino que además también tienen todo lo que se necesita para patearle el trasero a cualquier cliché de villano que se les ponga en frente.

En Atomic Blonde conocemos a Lorraine Broughton (Charlize Theron), una agente del MI6 enviada al Berlín todavía dividido por el muro para recuperar una lista que contiene los nombres de todos los agentes secretos en la Unión Soviética. Algo así como cuando Tom Cruise es enviado a Praga a recuperar la lista de agentes encubiertos de la CIA y descubre que hay un agente doble entorpeciendo sus pasos, luego hay un inesperado interés amoroso (Spoiler Alert: en ambos casos es una francesa buena onda) y todo se empieza a poner muy raro. Bueno, es básicamente lo mismo, pero con luces neón y un vestuario digno de llenar las páginas de Vogue.

Esa fui yo comparando Atómica con Misión: Imposible (De Palma, 1996), pero no de una mala manera. Ok, es cierto que la de Leitch es casi calcada de la de Brian de Palma, pero son justamente los elementos que las diferencian lo que hace de la nueva versión algo que merece una oportunidad, en especial entre los amantes del género, y honestamente Charlize Theron es más convincente como espía de primer mundo que Cruise, con todo el respeto que se merece Ethan Hunt. La química entre Theron y su contraparte en pantalla, el David Percival de James McAvoy, es explosiva, por decir poco. Ahí un combo de actores que no sabíamos que necesitábamos.

Otro punto a favor es el soundtrack, pensado para satisfacer hasta al más melómano en la sala de cine, con artistas que van desde Queen hasta Marilyn Manson. La música, en combinación con la gran fotografía y ese espectacular estilo que le imprimieron a Lorraine Broughton, de pronto nos hace olvidar que no estamos viendo un promocional de perfume o desodorante para dama; impresionante para ser la primera película de un hombre que pasó veinte años haciendo las piruetas peligrosas de Brad Pitt y Jean-Claude Van Damme.

Son más los puntos a favor de Atómica que los que tiene en contra (el guión, más que todo), ¿por qué no darle una oportunidad? Ya viene siendo tiempo de que nos acostumbremos a la idea de ver a mujeres fuertes acaparando la gran pantalla.

 

 

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