PRODUCCIÓN Bang Gang (Una Historia Moderna de Amor)
DIRECCIÓN: Eva Husson
AÑO: 2015
PLATAFORMA: CARTELERA

 

EN 5 LÍNEAS ESTA PELÍCULA

Es de drama y romance

Tiene buena fotografía

Tiene buen soundtrack

Toca un tema ya muy visto

No se arriesga en su propuesta

 

  

 

En la historia del arte, Francia ha jugado un papel crucial en casi todos los aspectos. No es gratuito que el cine haya nacido en aquel país y cuente entre sus logros algunas de las grandes joyas de la cinematografía. Ya sea por la vanguardia técnica, filosófica, narrativa o temática, el cine francés es vigoroso y emocionante.

Eva Husson, directora francesa, debuta con una cinta sobre el despertar sexual, el exceso y la promiscuidad del placer adolescente, en una cinta cuyo nombre es un juego de palabras, que se refiere a una conocida actividad sexual, también llamada orgía. Bang Gang —nombre que invierte gang bang— es una expresión contemporánea que no moderna, ni mucho menos revolucionaria, sobre el amour fou y la adolescencia. En ella, un grupo de adolescente blancos clasemedieros —consideremos que la clase media europea es equivalente a la clase alta acá en el tercer mundo— organizan orgías en la casa de Alex, cuya madre lo ha dejado solo para irse a trabajar a Marruecos.

A sus primeros encuentros llegan Laetitia, una tímida e insegura chica virgen, el mejor amigo de Alex, Nikita, cuya relación es casi homo-erótica; y George, una chica experimentada y angelical, eternamente enamorada de Alex. También, Gabriel, un adolescente reprimido y solitario, cuyo padre está cuadripléjico debido a un accidente en tren y gracias al cual él no puede disfrutar su adolescencia. Él y George tienen una aventura a distancia, de amor no confeso y son los extremos, dentro del edén. En las bang gangs, estos jóvenes del suburbio experimentan toda clase de excesos: drogas, alcohol, sexo y un demencial y eléctrico soundtrack de White Sea, mientras George, exiliada por sus mejores amigos y su amor imposible, y Gabriel, autoexiliado, son los marginados.

La trama no es nueva. Se ha visto dentro y fuera del cine francés y de su historia. Desde las fiestas de opio de la pandilla surrealista, la revolución sexual de los años sesenta, la cultura rave, que invadió aquel lado del mundo en los años 90, o la ferviente promiscuidad de la que se acusa a la generación millenial y z. Ya Buñuel habló del aspecto sexual de las clases burguesas y la juventud en La Edad de Oro (1930), Godard, en su Masculino-Femenino (1968), Bergman, en Un Verano con Mónica (1971), Mike Nichols, en El Graduado (1967), Larry Clark y Harmony Korine, en Kids (1997); y más recientemente Xavier Dolan en Los Amores Imaginarios (2010). Es un tema visto y revisto, ya casi pre-estructurado. Innovar en él es complicado, porque desde que James Dean fue un Rebelde sin causa (Ray, 1957), la figura del adolescente ha tenido un lugar icónico en el cine.

Las secuencias de Bang Gang recuerdan a toda esa historia, fílmica, artística y social. Desde las escenas explícitas de sexo adolescente, hasta los momentos de reflexión, las voces en off, etcétera. En ese sentido, podría valerse por sí misma, como una referencia a esa historia y como una actualización que funcionaría más como experiencia estética, semejante a un videoclip, que como un largometraje. El desenlace y la historia de amor son dispersos, pero no gratuitamente. Ofrecen una especie de juicio moralino, que se disipa y muestra los errores y horrores de la adolescencia. Es una película que habría que comentar en conjunto, pero teniendo en cuenta esa historia a la que Husson hace referencia. Valdrá la pena pensar si la liberación sexual, si el frenesí hormonal es una cosa típica de la adolescencia o si responde a las condiciones sociales, al fastidio de la clase burguesa o la mística retorcida que se ha absorbido sobre el mito de Adán y Eva, a quienes, como a los personajes de George y Gabriel, se les expulsó del paraíso.

 

 

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