Producción: Blade Runner 2049
Director: Denis Villeneuve
Año: 2017
Plataforma: Comercial

 

En 5 líneas esta película: 

Está ubicada 30 años después de Blade Runner

Continúa y respeta la mitología creada en la original

Cuenta con un elenco espectacular, tanto protagónico como secundario

Vestuario, Arte y Efectos Visuales están fuera de control

Parece larga, pero cada detalle es esencial

 

    

 

Ridley Scott dirigió en 1982 Blade Runner, película que –digamos las cosas como son– cimentó el cyberpunk como lo conocemos hoy en día; más aún, es difícil pensar en una película de ciencia ficción que no le pida prestado directamente a la obra de Scott. Con tal predecesora, no era de esperar que la expectativa por la secuela estuviera volando hacia el sol.

En primera instancia, no muchos años luego del estreno de la original, el mismo Ridley tenía planes para dirigir una segunda parte con su hermano Tony (Q.E.P.D.). La idea se postergó hasta que los grandes ejecutivos pensaron seriamente en pasarle la batuta a un joven prometedor llamado Christopher Nolan. Finalmente, gracias a los Dioses del Cine (quienes obviamente sí existen) el canadiense Denis Villeneuve fue el elegido para llevar a cabo titánica misión.

Así, Villeneuve reunió un grupo de artesanos fílmicos que lo acompañaran en tan osada misión. Más o menos como cuando el bautizo de la Bella Durmiente, que todas las hadas del reino se reunieron para otorgarle un don a la princesa, estos maestros de la industria obsequiaron a esta nueva película con algo: Hampton Fancher y Michael Green con el  guión. Dennis Gassner con el diseño de producción. Roger Deakins en la fotografía. Renée April con el vestuario. Ryan Gosling, Harrison Ford, Robin Wright, Ana de Armas, Mackenzie Davis, Dave Bautista, Sylvia Hoeks: la cereza del pastel en forma de un elenco de cinco estrellas.

¿El resultado? Blade Runner 2049. La secuela prometida.

En esta nueva historia, Villeneuve nos lleva de la mano treinta años hacia el futuro, tanto de la película clásica como de nuestro presente real. Luego de la escandalosa caída de la Corporación Tyrell, Niander Wallace (en un Jared Leto tibio) se ha vuelto el nuevo macro-empresario que controla tierra y colonias exteriores con su nuevo modelo Nexus, un androide más humano, más obediente, más letal. Los modelos antiguos, que todavía corresponden a la manufactura Tyrell, están prohibidos, y es deber de los Blade Runners encontrarlos y retirarlos.

En 2049 nosotros, como espectadores, acompañamos al Agente K (Gosling) a través de un mundo de coches voladores, prostitutas mecanizadas, calles neón y acompañantes holográficas. Lo más avanzado en tecnología convergiendo en lo más decadente de la humanidad. Un universo creado a detalle por un equipo de arte y VFX digno de ser enseñado en las aulas.

La dirección de Denis Villeneuve es tan minuciosa que uno creería que toda su vida se estuvo preparando para Blade Runner, y tal vez de alguna manera, sí; Polytechnique (2009), Sicario (2015), Arrival (2016) y todos los demás títulos de su filmografía prestan fragmentos propios en la construcción de Blade Runner 2049, dando a la obra el balance perfecto entre la original que conocemos y amamos, y ese espíritu nuevo de un director dispuesto a asumir el riesgo de tejer memorias para la posteridad, como sólo los grandes cineastas pueden hacerlo.

Dos secuencias en específico demuestran el peso magistral de esta película: La primera es aquella donde conocemos a la persona encargada de fabricar los recuerdos que se implantan en los Nexus, y cómo es el proceso de elaborarlos, como un claro homenaje a la labor del cineasta en la producción fílmica. Tejedores de sueños. La segunda, que toma prestado de la pieza de Spike Jonze (Her, 2013), un encuentro sexual entre dos Nexus y un holograma. Ambas escenas son bellísimas y son la mismísima magia del cine de la que todos oímos hablar siempre.

Hay tres cortometrajes que enlazan ambas películas, explicando eventos y personajes clave entre una y otra: Black Out 2022 dirigido por Shinichiro Watanabe (el mismísimo director de Cowboy Bebop, sí), Nexus Dawn 2039 y Nowhere To Run 2048, ambos dirigidos por Luke Scott.

¿Conclusión? El futuro es asiático y neón, y honestamente, yo no le veo problema.

 

 

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