Producción: Swiss Army Man
Director: Daniel Kwan, Daniel Scheinert
Año: 2016

 

En 5 líneas esta película:

Es de drama

Es original y fuera de lo común

Está muy bien actuada

Es atractiva visualmente

Puede perder al espectador

 

BELA:

    

ÍVER:

  

 

Swiss Army Man trata sobre una persona (Paul Dano) que naufraga en una isla desierta y al parecer su único acompañante en su soledad es un cadáver (Daniel Radcliffe). Desde la premisa ya podemos ver que no es la historia típica. Pero más allá del shock value, ¿qué nos trata de decir está película?

BELA: Que aún se puede hacer cine original y sin caer en clichés. Todavía existen los directores que se atreven a hacer cosas innovadoras y guionistas que no tienen miedo de teclear historias nuevas, en una industria donde hoy en día todo es reciclado.

ÍVER: Más allá del excéntrico ejercicio de estilo, se nos cuenta una sencilla historia de amistad y supervivencia (emocional), empapada de un espíritu infantil, melancólico y lleno de flatulencias, apelando al gusto de la generación millennial como pocos títulos lo han intentado.

 

Íver por favor, no digas millennial, es de mala educación. Bela al parecer más allá de la novedad de un cadáver esta película no te dejó nada más…

BELA: Cadáver o no, Swiss Army Man es una joya. Rara vez una película logra mantener un balance tan perfecto de emociones y un impecable trabajo fotográfico, el cual se logra sincronizar con banda sonora casi como si luz y música fueran uno mismo. Si a eso se le suma las actuaciones de dos hombres que lo dejaron todo en pantalla, realmente no hay nada más que pedirle a esta cinta.

 

Bien dicho Bela, pero aún no queda claro si te gustó… es broma. ¿Esta es una película rara o es una película buena?

ÍVER: No considero que un adjetivo tiene que anular al otro; es precisamente la naturaleza desconcertante y absurda de la cinta el factor que separa esta propuesta de otras similares; lo cual no necesariamente quiere decir que sea una gran película, pero sí que estamos ante una obra de intenciones y formas diferentes. Vivimos invadidos de superhéroes y remakes “oscuros”, la originalidad es mérito suficiente para una mención especial.

BELA: Totalmente de acuerdo. Es una película que sin duda puede caer bajo el adjetivo de “rara”, pero es precisamente eso lo que la hacer ser la gran obra que es. Cuando un guión consigue alejarse completamente de lo ordinario y no perder sentido en el camino, el resultado es algo que definitivamente vale la pena ver.

 

Pero entonces si a alguien no le gusta lo raro no le va a gustar esta película…

ÍVER: Si por “raro” nos referimos a cine no comercial, es redundante asumir que no llamará la atención del público estandarizado. Esta cinta pertenece al tipo de películas que se mueven dentro de un nicho, donde la persona interesada suele ofrecer su complicidad antes de pagar su boleto. Si de pronto algún despistado que no estaba planeando verla se la topa y la disfruta, enhorabuena, pero si no, no pasa nada—estaba previsto.

 

Daniel Radcliffe lo ha intentado, pero ¿podrá escapar alguna vez de Harry Potter?

BELA: Año tras año lo intenta, cada vez con más fuerza. Si no lo logra con Swiss Army Man, difícilmente lo ha de lograr con otro personaje.

ÍVER: Han pasado cinco años desde que Daniel cerró su ciclo en Hogwarts, tiempo suficiente para renovar su portafolio con proyectos en cine, teatro y TV, cada uno más arriesgado y atrevido. Esto nos habla del inquieto espíritu creativo dentro del actor inglés, quien comprendió rápidamente que ser vinculado al rostro de Harry no lo limita, aunque la verdad tampoco creo que le importe mucho.

 

Pues Íver dice que a Daniel no le importa y que ya lo dejó atrás…

BELA: Si a Daniel Radcliffe le preocupa o no saberse el eterno rostro de Harry Potter no debería ser motivo de debate porque, al igual que aquel mundo mágico ideado por J.K. Rowling, va a ser el cuento de nunca acabar. Elecciones como Swiss Army Man demuestran que el joven actor se la pasa bien haciendo lo que hace, y qué mejor para nosotros, como audiencia, si podemos disfrutar de una actuación tan tremenda como la que nos ofrece aquí.

 

Hubo reportes que algunas personas en Sundance se salieron de la sala de cine. ¿Es válido salirse de una sala de cine si la película nos parece inaceptable?

ÍVER: Claro. El cine es y seguirá siendo un medio de entretenimiento vulnerable a los escrúpulos de la audiencia. Una respuesta de esta naturaleza es a veces el único medio de interacción entre obra y espectador. Hay autores que intencionalmente llevan al espectador al límite, con el fin de generar una respuesta tangible que forme una nueva dimensión a la experiencia de presenciar la película. La pelota puede ser jugada desde ambos bandos.

BELA: Es una pregunta complicada. Por un lado, lo considero una falta de respeto hacia el realizador, pero por el otro lado… yo también lo he hecho.

 

Bela is a bad ass, ¿de que películas te has salido tu Íver?

ÍVER: Ni siquiera cuando vi “La novia de Chucky” me salí de la sala (oh, la presión social en la adolescencia). No me gusta quedarme sin saber cómo termina la película, por mala que sea. Cómo diría Robert Mckee en Adaptation: “The last act makes the film. Wow them in the end, and you’ve got a hit.”

 

Aquel que entró a ver La novia de Chucky merece terminar La Novia de Chucky… Del océano de películas independientes de calidad en el 2016, ¿por qué creen que cine Caníbal escogió esta para el mercado mexicano?

BELA: Al mercado mexicano le hacen falta producciones atrevidas. Cuando se vive en un país donde el pan de cada día son refritos salidos directamente del horno hollywoodense, se agradece que una distribuidora como Caníbal tome la iniciativa de hacernos llegar algo que bien se podría decir es “fuera del catálogo”.

ÍVER: Su extrañeza, humor tan inocente como escatológico y la carga emotiva basada la incapacidad de hacer click con otras personas en un mundo hiper conectado, hacen de Swiss Army Man un título que atraerá a los hipsters como moscas.

 

Íver por favor, no digas hipster, es de mala educación. Hay que añadir que está protagonizada por Harry Potter. ¿Se la recomiendan a nuestros lectores?

BELA: Sin duda alguna. Swiss Army Man es la película que muchos cinéfilos han estado esperando por largo tiempo.

ÍVER: Si, pero recomendaría ver los trailers de la película primero, para que no haya duda respecto al espectáculo bizarro que se va a presenciar.

 

¿Cómo ves Bela? Íver nos pide que juzguemos a un libro por su portada.

BELA: Me atrevo a discrepar y yo incluso recomendaría no ver el tráiler. En mi experiencia, este tipo de películas es a las que vale la pena llegar frescos. La sorpresa de irla descubriendo sabe mejor cuando es, justamente, una sorpresa.

ÍVER: Ojo, no estoy hablando de juzgar la obra entera por su trailer. El trailer está para orientar al espectador sobre lo que puede esperar de la proyección, si no ¿para qué existe?

 

La idea del siglo: Tinder para ir al cine… ¿no?… Bueeeno. Hasta el próximo Bollo v. Bollo, a ver si para entonces ya nos piratearon la idea de Tinder for Movies.

 

 

 

 

 

 

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