Producción: Captain Marvel
Director: Anna Boden; Ryan Fleck
Año: 2019
Plataforma: Cartelera
En 5 líneas esta película:
Es la 21° película del UCM
Es la primera gran heroína de este universo
Tiene en la química del reparto lo más destacado
Aprovecha la nostalgia noventera
Tiene un guión flojo por momentos
Tras veintiún películas que se dividen en géneros, épocas e intenciones (de reunión, de introducción, de continuación), el Universo Cinematográfico de Marvel ha formado un abanico de todos los gustos, con altos y bajos, menciones honoríficas e intentos que cumplen el mínimo estándar que Marvel Studios le ha propuesto a sus fanáticos y fanáticas de todo el mundo. La vigencia de esto radica más en su universo extendido, en su continuidad y en los grandes arcos argumentales adaptados de los cómics, que en las historias de orígenes o secuelas individuales.
Los reflectores del mundo están puestos en la siguiente reunión del equipo de Los Vengadores más que en conocer nuevos personajes e historias; cosa que se vio, por ejemplo, con Spiderman y Black Panther, cuyas películas en solitario vienen después de su introducción al UCM y están, sí o sí, ancladas al contexto posterior y previo a la gran reunión. Por otro lado, esto no ocurrió con Dr. Strange o Guardianes de la Galaxia, cuyos mundos coincidieron con los demás hasta mucho después de su presentación, pues ocurrían durante una etapa que daba paso a nuevos personajes.
En ese sentido, la llegada de Capitana Marvel al UCM cuenta con unas condiciones atípicas a este momento del UCM, pues es la película que antecede a Avengers: Endgame (Hermanos Russo, 2019) y nos presenta no solo a la primera superheroína de Marvel, sino a uno de los miembros más poderosos de este universo en el futuro.
Sin embargo, la historia de Carol Danvers (Brie Larson) funciona como una precuela, tal y como pasó con Capitán América, y nos muestra el interior de puertas que ya fueron abiertas por películas como Guardianes de la Galaxia (Gunn, 2014) (donde conocimos a los Kree) u otras como Avengers (Whedon, 2012) o Soldado del Invierno (Hermanos Russo, 2014) (donde conocemos mejor a S.H.I.E.L.D.).
En la cinta en cuestión, Carol llega a la tierra tras una misión con las fuerzas Kree para combatir la invasión de los Skrulls (una raza que cambia de forma), donde emprende una búsqueda sobre su pasado en este planeta de la mano de un jovenzuelo Nick Fury. A lo largo de la historia, los guiños a los años noventa y el llenado de huecos del UCM encuentran su mejor cabida, así como un reparto que convive en los mejores términos y sustentan los huecos que puede tener el guión o algunas escenas de acción.
Si bien la llegada de Capitana Marvel no encuentra el brillo de otras películas individuales, definitivamente introduce a un personaje, que al igual que su contraparte en papel, es complejo y volátil, siendo a veces mal encarada, otras inocente, otras pesada y otras graciosa, sin una personalidad rígida que caiga en el estereotipo o el cliché y que bien puede mostrar una mejor cara en contraste con otros miembros del equipo vengador (como aquí con Fury, Talos o Maria).
Mientras, la vara impuesta por cintas como Infinity War (Hermanos Russo, 2018) ha venido a desplazar en gran medida a cintas individuales, sobre todo cuando de introducción se trata, siendo quizá momento de repensar, desde los guiones, la forma en que se nos presenta cada superhéroe, dando paso a más equipos, pues está probado que estos funcionan mejor.
Así, todo ocurre en el desenfado de sus adentros, pues la cinta dirigida por Anna Boden (primera mujer en co-dirigir una cinta de Marvel) y Ryan Fleck, cuenta con una historia sencilla y sin complejidades, que si bien a veces termina por ser inconsistente (por la prisa, pensamos) ofrece un buen rato como antesala a la gran reunión (la cuarta del equipo) que, aseguramos, nos mostrará una Capitana más en forma.
Ps: ¿alguien recuerda Ant-man & Wasp?