Producción: Crisis in Six Scenes
Creador: Woody Allen
Año: 2016
Plataforma: Amazon Video

 

En cinco líneas esta serie:

Es de comedia

Posee los típicos elementos de Woody Allen

Contiene momentos divertidos

Tiene cosas más olvidables que rescatables

No arriesga

 

  

 

En la secuencia inicial de la serie, vemos al personaje interpretado por Woody Allen, Sid Munsinger, solicitando a su peluquero de cabecera un corte como el de James Dean. Durante esta simpática escena conocemos que Syd es un escritor sin mucho éxito y en algún punto menciona que incursionará en la televisión, porque ahí es dónde está el dinero. Este comentario rebasa la cuarta pared y nos proporciona información de suerte auto contextual.

Amazon intenta ser un fuerte competidor para el gigante del entretenimiento streaming, Netflix, el cual ha tenido involucrados dentro de sus proyectos originales a directores de cine tales como Baz Luhrmann, Eli Roth, las hermanas Wachowski y hasta David Fincher. Por lo que la también compañía de comercio electrónico decidió ir más allá y optar por un viejo lobo de mar: Woody Allen, quien irónicamente tiene sus raíces justo en la televisión cuando escribía para diversos programas cómicos, en donde destacan sus colaboraciones para Sid Caesar y sus apariciones en el icónico programa Candid Camera. Sin duda, la idea de una serie de televisión escrita y dirigida en su totalidad por el director de películas como Annie Hall (1977) y Zelig (1983), resulta en papel bastante interesante, desafortunadamente, en ejecución es un intento de serie de televisión por alguien que muestra un desconocimiento del medio en la actualidad.

La serie está situada en las turbulentas protestas sociales durante la década de los sesentas. S. J. Munsinger, como el protagonista prefiere ser llamado por sus aspiraciones de escritor, es el típico personaje á la Woody Allen: paranoico, un poco hipocondriaco, intelectual, quién mantiene una vida relativamente tranquila con su esposa Kay (Elaine May), consejera matrimonial y anfitriona de un club de lectura para señoras. Sin embargo, cuando todo parece estar bien “dios te puede joder así como jodió a Job”, menciona el barbero. Y la manera en que dios jode a Sid –como él prefiere ver la situación– es con la llegada de Lennie (Miley Cyrus), una rebelde activista y nieta de las personas que criaron a Kay durante su niñez; este visitante influirá en la vida de todos proporcionándoles –¿disparatadas?– situaciones.

Crisis en Seis Escenas bien podría ser una película de Woody Allen dividida en seis partes (incluso si la vemos de corrido tiene la misma duración que una película, poco más de dos horas al tener capítulos de aproximadamente 23 minutos), tiene todo su estilo y características. Su principal problema está en la estructura; si en realidad fuera una película estoy seguro que hubiera sido mucho más corta. Es cierto que un fuerte de Woody Allen son los diálogos, pero aquí es notorio su alargamiento o su función sólo como relleno.

La serie por sí misma es ligera y con buenos momentos de humor, sin embargo, plantea situaciones que nunca termina de desarrollar. Por ejemplo, la relación amor-odio entre Sid y Lennie se queda siempre al mismo nivel, ni avanza dramáticamente ni aporta más situaciones de humor que las exploradas al principio. Mientras avanzamos por los capítulos obtenemos momentos disfrutables, como la aventura de Sid y Kay con un portafolio en el episodio cinco, o las señoras del club de lectura planeando su protesta (en lo personal, dos de las secuencias más divertidas), sin embargo, de igual manera se quedan solo como eso, como un buen momento que no llega a más. Esto, sin mencionar la poca profundidad de la serie respecto a la época en la que está ambientada, pareciera sólo el contexto para justificar el personaje plano de Miley Cyrus, el cual nunca sale del molde en el que está definido. Se podría decir que todo lo que sucede es casi anecdótico.

El mismo Woody Allen ha afirmado que hizo la serie como hace una película porque desconoce totalmente el medio, según sus palabras ni siquiera sabe que es un servicio streaming. Sólo accedió por la insistencia de Amazon, lo cual es evidente en pantalla. Lo cierto es que Crisis en Seis Escenas es bastante disfrutable mientras uno la ve, no se hace para nada pesada teniendo en cuenta su duración y los pocos episodios que posee, pero cuando termina no te sientes con ganas de más. Aunque al final deja algunos arcos divagando porque, nunca se sabe, tal vez después llegue una oferta mejor o cambie de opinión, incluso no sería raro ver en un futuro una película de Woody describiendo su experiencia, nunca se sabe.

 

 

 

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