Producción: Daredevil, tercera temporada
Creador: Drew Goddard
Año: 2018
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta temporada:
Repite tema central y regresa a un deseado antagonista
Repite Vicent D’Onofrio su excelente interpretación como el Kingpin
Hay algunos guiños al cómic
Es demasiado extensa
Funciona como cierre para el personaje
Vale la pena comenzar diciendo que la tercera temporada de Daredevil no es mala, ¿ok? Pero eso no significa que no pueda ser el último clavo en el ataúd del universo de Marvel en Netflix. La temporada se estrenó con las recientes noticias de la cancelación de Iron Fist y Luke Cage; al respecto, mucho se ha especulado: los optimistas opinan que Marvel pretende retomar las historias en su nueva plataforma; los fatalistas están convencidos del absoluto desastre en términos de planificación. Aquí en Bollo Negro advertimos de la tragedia desde el ya lejano estreno de Iron Fist; pero no nos escucharon. Incautos. Esto es importante porque los fans no vimos esta temporada únicamente por el hype, sino que en nuestros corazones habita el sutil miedo de que la serie sea la siguiente en la guillotina.
Empecemos diciendo que esta temporada tiene destellos de grandeza: el esperado regreso de Vincent D’Onofrio como el Kingpin que no decepciona, algunas secuencias de enorme calidad (incluyendo las tradicionales de trancazos), la presentación de un segundo villano con un desarrollo interesante y en general una trama consistente. La historia comienza algunos meses después de los acontecimientos de Los Defensores, con Matt Murdock malherido y resguardado en la iglesia del padre Lantom; por otro lado, Wilson Fisk comienza a recuperar sus influencias y cuando consigue la protección de testigos y es confinado en un hotel resguardado por el FBI, la noticia llega a oídos de Matt (Charlie Cox), Karen (Deborah Ann Woll) y Foggy (Elden Henson) quienes –cada quien desde su trinchera– lucharán por regresarlo a prisión.
Es un gran ejercicio utilizar las capacidades de estos tres personajes para confrontar al villano, que parecía haber sido derrotado; de la misma manera, que Vanessa se haya convertido en la principal motivación del Wilson Fisk nos permite simpatizar con él; mientras que la introducción de algunos nuevos personajes, como lo son los agentes Benjamin Pointdexter (Wilson Bethel) y Ray Nadeem (Jay Ali), resultan buenos recursos que terminan pesando en la trama principal.
Para el caso de Matt Murdock es necesario comenzar diciendo que en la serie muestra varios guiños al cómic de Frank Miller, Born Again; desde algunas secuencias específicas hasta algunos recursos para el desarrollo de los villanos (por ahora no podemos mencionarlos sin hacer spoilers, pero imaginamos que sabrán de cuales se tratan). Sin embargo, en cuanto a nuestro protagonista, lo que se rescata es el concepto del renacer. Una de las características del superhéroe más contemporáneo (años ochenta), es la relación que tiene con su traje. El concepto de la historia de Born Again –que es retomado en la serie– es la redención de Matt Murdock, su lucha para ser merecedor del manto de Daredevil.
Hasta ahora suena bien. ¿Entonces por qué decimos que puede ser el último clavo en el ataúd? Para empezar, siguen teniendo un problema de ritmo, trece episodios hacen lenta la historia y obligan a crear pequeñas subtramas que no son interesantes o que terminan sin tener injerencia significativa; que el villano sea nuevamente Wilson Fisk hace que esta temporada se sienta más bien como un cierre, quien por cierto pasa la mayor parte de la temporada en solo una locación dando órdenes; por otra parte, ya hemos visto hasta el cansancio el conflicto del superhéroe sobre cruzar su línea moral, y con Matt no ha sido distinto, tres temporadas con el eterno dilema; además, ¿soy el único al que le resulta extraño que la superhabilidad del agente Dex sea arrojar cosas? Quiero decir, entiendo que se trata de Bullseye, pero quizá otro tipo de proyectiles y no pelotas antiestrés le vendrían bien.
La tercera temporada de Daredevil, entonces, le da la oportunidad a Netflix de retirarse con dignidad, ya han agotado sus recursos y poco a poco se quedan sin opciones. Quién sabe, ¿un episodio final de Los Defensores que le de un cierre a todo el universo así como sucedió con Sense8? Ahí les dejamos la idea.
Por cierto, ¿alguien extrañó a Claire? Nosotros tampoco