Carlos SolísProducción: Dark
Creador: Baran Bo Odar, Jantje Friese
Año: 2017
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta serie:
ES Una breve pero consistente serie de suspenso
Tiene un gran valor estético
Es una serie de ensamble
Requiere atención, paciencia y análisis
Sirve para practicar sus clases de alemán
Mucha gente dice que Dark es el Stranger Things alemán. Yo les diría que la serie alemana no se puede comparar con la historia de Eleven & Co. por el simple hecho de que Dark es ampliamente mejor y más profunda, tanto estéticamente como en términos de historia.
La serie comienza con Ulrich Nielsen (Oliver Masucci), un policía y padre de tres hijos que engaña a su esposa con una mujer cuyo marido se suicida. Su hijo Jonas (Louis Hofmann) es parte de un grupo de adolescentes que se aventuran al bosque, a las afueras de la ciudad de Winden, para buscar el alijo de drogas de un compañero de clase que desapareció recientemente. Mientras están allí, el hijo más joven de Ulrich, Mikkel (Daan Lennard Liebrenz) también desaparece. Las desapariciones coinciden con fenómenos extraños: animales que caen muertos, luces que parpadean y destellan con violencia. Algunos de los residentes más antiguos de la ciudad, incluida la abuela de Mikkel, murmuran sobre cómo las nuevas desapariciones recuerdan a las ya acontecidas cuando eran más jóvenes. Mientras tanto un misterioso fuereño, siempre encapuchado y que ronda por el poblado, mira el periódico local con este encabezado «¿Dónde está Mikkel?»; el hombre reescribe el titular con un lápiz «¿Cuándo está Mikkel?».
En efecto, la serie tiene similitudes con Stranger Things, tales como una organización poderosa que se asocia a sucesos extraños, un grupo de adolescentes que se rehúsa a quedarse pasivos ante las desapariciones, un extraño incapaz de explicar lo que pasa, adultos que buscan respuestas lógicas ante los problemas o la escuela como punto medio, etc. Sin embargo, el tiempo es un factor esencial en el desmarque con la serie estadounidense. En el caso alemán no solo es una herramienta narrativa, también forma parte de la historia. Además se manejan temáticas más adultas como las relaciones de pareja truncadas, padres que fueron adolescentes y que buscan en el pasado la solución del futuro.
El apartado técnico es prolijo. La fotografía trabaja con elementos de claroscuro bien definidos y contrastados, mientras que la música incidental son solo notas in crescendo que resaltan la atmósfera lúgubre que contrasta con una vistosa colección de música de los años ochenta. El diseño de producción es sobrio, natural inclusive en los sets donde hay demasiada saturación de elementos siempre acomodados en función de la lectura de la escena.
El detalle más impresionante es el uso del tiempo y cómo los personajes fluyen a partir del presente/pasado, que más que una herramienta narrativa también es un activo constante. Sin embargo, no hay que perder de vista las implicaciones del pasado inmediato en el presente que va adquiriendo forma en función de la memoria; puede llegar a ser desesperante, a veces, que los personajes tienen la respuesta en su pasado y no son capaces de dilucidar. Esa tensión es la esencia de la historia.
Dark demanda atención, es compleja y desafiante. Puede generar frustración a aquel que no esté acostumbrado a los thrillers que usan el tiempo como hilo conductor. La serie requiere de compromiso que solo aquellos dispuestos a asumir dicho reto, además del idioma natal, les será muy difícil dejarla de lado.