Producción: Dark, Tercera Temporada
Año: 2020
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta temporada:
Expandió agresivamente el universo
Ata casi todos los cabos
Trata de digerir por nosotros
Se siente como dos en una
Lleva el desenlace a buen puerto
Hemos hablado en esta página, hasta el cansancio, de esa comparación entre la ciencia ficción Tarkovsky y la ciencia ficción Spielberg. Mientras que la primera es del tipo intelectual, que honra los orígenes literarios del género, la segunda hace suya la magia del cine y de los efectos especiales para entregarle al espectador una buena experiencia de entretenimiento. Bueno, pues Dark es recalcitrantemente del primer tipo, y siempre dejó claro que quien no estuviera interesado en un rompecabezas mental, no iba a disfrutar de la serie.
Pues ese filtro se hizo inclusive más intenso en su tercera y última temporada. Dark rayó en el filo de perder inclusive a los fans más dedicados, al torcer y retorcer su historia aún más, todo en el confinamiento de una última temporada.
En el final de la segunda temporada vimos cómo una Martha de otro mundo se le aparece a Jonas justo en el momento en que Adán, Jonas del futuro, acababa de matar a Martha de su mundo (frase que define perfectamente a la serie). En el inicio de la tercera temporada se retoma justo ese momento y se nos empieza a explicar este nuevo gran giro que toma la serie, uno que representa el bocado más grande que intentaron los escritores, y uno que requirió de una verdadera afición a la serie para no desacreditarlo como un intento, ya a lo loco, de confundir al espectador. Con todos estos recovecos, la serie estaba apostando con una intención de ser inteligente y compleja y poder perderse como pretenciosa e ininteligible. El resultado final lo tendrá que juzgar cada quien.
Ahora bien, por un párrafo, permitámonos ponernos técnicos.
Las paradojas del tiempo son un fenómeno de la cuarta dimensión. ¿Cuál es la diferencia entre la tercera y la cuarta dimensión? El tiempo. Mientras que nosotros, los seres de la tercera dimensión, experimentamos el tiempo como un fenómeno linear, los seres de la cuarta dimensión lo experimentan todo en el mismo instante, para ellos el pasado, presenta y futuro están sucediendo al mismo tiempo (si gusta usted, estimado lector, una mejor explicación de esto, puede ver este video). De esta forma, las paradojas de tiempo de Dark versan sobre el entendido de que son posibles en la cuarta dimensión, mientras confunden y hacen sufrir a los seres de la tercera dimensión (nosotros, de paso). Lo que vimos en la tercera temporada fue un abordaje de lo que es la quinta dimensión. Una donde existen realidades alternas, las cuales son creadas a partir de divergencias en nuestra vida. Si nos retrasamos un segundo y ese segundo hace que nos atropelle el coche, esa es una realidad, si no nos retrasamos ese segundo y por ende no nos atropellan, esa es otra realidad. En la quinta dimensión, ambas realidades suceden al mismo tiempo. En la tercera temporada de Dark se nos dice que no solo hay un mundo, sino que hay dos, uno donde existen Jonas y otro donde no existe Jonas (al parecer esto es una arbitrariedad que obedece al recurso de la historia de amor entre Jonas y Martha, dando lugar al concepto de Adán y Eva). Pero además de esta dualidad, en cada una de estas historias hay una divergencia, una en la que muere Jonas y otra en la que muere Martha. De esta forma, en cierto punto de la historia, llegamos a tener hasta cuatro Marthas en una misma escena (y el mismo número de Jonas regados por ahí). Aquí el problema es que la serie, al complicarse de esta forma tan gratuita, también queda abierta al escrutinio de los nerds, como el que escribe estas líneas, donde entonces la historia empieza a caer de la gracia del intelectualoidismo tarkovskyano y empieza a descender lentamente al purgatorio strangerthingsiano. El pasar del sufrimiento del ser de la tercera dimensión, a las múltiples realidades de la quinta dimensión versa sobre el determinismo y el libre albedrío. La historia de Dark versa más bien sobre el amor eterno entre dos adolescentes.
Pero sea lo que sea de cada quien, Dark llega a buen puerto con su desenlace. Cierto, su historia pierde algo del rigor que logró de manera increíble en sus primeras dos temporadas, pero dentro de sus propias reglas, si bien no las de la física cuántica, obviamente, termina dando una explicación satisfactoria y pulida de su historia. Y mejor aún, una que se disfruta y deja satisfechos a los espectadores que llegaron hasta el final. Dark es una de esas creaciones que no se ven todos los días y que tienen éxito en capturar la atención de un gran volumen de espectadores en todo el mundo. Este tipo de producciones no se dan todos los días.