Producción: Días Sin Llamado (Day Out Of Days)
Directora: Zoe Cassavetes
Año: 2016
Plataforma: Cineteca Nacional

 

En 5 líneas esta película:

Es una dura crítica a la industria del entretenimiento

Recae casi completamente en un protagonismo flojo

Abusa de elementos de “shock”

Después del primer acto se vuelve redundante

Retrata acertadamente algunas caras de Hollywood

 

 

Eso ya se ha visto es una frase actualmente popularizada gracias al Internet y los omnipresentes memes que invaden las pantallas de nuestros ordenadores noche y día, y es precisamente con esa frase que quiero abrir el presente review de Días Sin Llamado: ¡Eso ya se ha visto!

Dirigida por Zoe Cassavetes, la película nos sumerge en el día a día de Mia Roarke (Alexia Landeau), una deslavada actriz de Hollywood que, ya pasada de los cuarenta años, intenta mantenerse relevante en la industria del espectáculo, lejos de los días de gloria que alcanzó en su juventud. Si de algo les suena familiar lo anterior, es porque es exactamente la misma premisa de otras dos producciones recientes: La serie animada BoJack Horseman (Netflix) y la cinta de David CronenbergMaps to the Stars.

Si ese es el caso, se estarán preguntando, ¿cómo es posible que Day Out Of Days haya pasado sin pena ni gloria, mientras que tanto la original de Netflix como la protagonizada por Julianne Moore hayan sido –y continúen siendo– una completa sensación? Es simple: Días Sin Llamado adolece de todo aquello que se encargó de engrandecer a las anteriores: Un personaje principal que desde el momento uno llame la atención; humor negro, pero inteligente; crítica a manera de sátira, no a manera de reclamo corrosivo y; tal vez lo más importante: ¡Hollywood en todo su esplendor!

La comparación película contra película resulta incluso irrisoria. Por un lado, la de Cronenberg: Todo son reflectores y estrellas en el pavimento. Agentes, celebridades, limusinas, drogas, glamour, excentricidades, y en especial: excesos. Esa tierra prometida que más bien es un monstruo envuelto en Chanel. El marco perfecto para una historia tan retorcida como real, desgraciadamente. En ella vemos a Havana Segrand (Moore) luchando contra un negocio que no te perdona envejecer. Una estrella a punto de morir, pero lista para brillar una última vez. El personaje de Moore es la representación de todo lo que es y todo lo que no es Hollywood, y lo hace a la perfección. Si lo dudan, pregunten a los jueces del Festival de Cannes que decidieron darle el premio a mejor actriz. Por el otro lado está Alexia Landeau, quien además de protagonizar Días Sin Llamado, fue co-guionista al lado de Cassavetes, aunque tristemente pareciera que el guión de la película le llegó dos días antes de empezar a filmar y no tuvo otra más que aceptar un papel con el que nunca se identificó.

Contrario a la de Cronenberg, en la de Cassaventes uno no puede hacer más que preguntarse continuamente “¿dónde está sucediendo todo esto? ¿Eso es Hollywood?”, porque meter una coordinadora de casting, una agente y un camper de maquillaje no es suficiente, y la ilusión del cine y la magia de la industria jamás alcanzan el nivel que incluso BoJack Horseman, una caricatura, domina sin problema. Day Out Of Days es básicamente lo que promete ser y nada más: Una dura crítica a la misma industria que ni siquiera se interesó lo suficiente en esta película para financiarla. Zoe Cassavetes tuvo que recurrir al crowdfunding para poder completarla.

¿Maldito Hollywood?

 

 

 

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