Producción: Doctor Sleep
Dirección: Mike Flanagan
Año: 2019
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película:

Es una adaptación a la secuela literaria de El Resplandor

Está situada décadas después de El Resplandor de Kubrick

No es como tal una película de terror

Se mueve por varios géneros

Expande y respeta la mitología de Stephen King

 

  

 

El final de El Resplandor (Kubrick, 1980) tiene la característica de dejarnos más confundidos que cuando apenas nos introducimos a la historia. Vemos a Jack Torrance (Jack Nicholson) congelado, se implica el escape de Wendy y Danny Torrance del Hotel Overlook, pero el misterio más grande es una foto del staff del hotel con fecha de 1921 donde aparece Jack en primera fila. ¿Qué hace Jack ahí?

Es bien conocido el desagrado de Stephen King hacia la adaptación de Kubrick. El cineasta adapta a su manera la novela de 1977 y uno de los principales cambios es la esencia del personaje principal, Jack Torrance. Desde el principio, Kubrick opta por presentarnos a un personaje frío que en su cabeza algo no anda bien y el hotel solo le da ese pequeño empujoncito para desatar su locura; obviando un poco el contexto de King acerca de un hombre desempleado, con problemas de alcohol y desesperado por sacar a su familia adelante tomando un trabajo temporal cuya ventaja es otorgarle un ingreso mientras vive de a gratis y con tiempo de sobra tiempo para escribir un bestseller que lo saque de pobre.

Stephen King incluso hizo la propia adaptación de su novela, Stephen King’s The Shinning (1997), una miniserie de tres episodios dirigida por Mick Garris y producida/escrita por el propio King. Veinte seis años después, King publica una secuela, Doctor Sleep, y cuya adaptación cinematográfica es un punto medio entre el clásico de Kubrick y las ideas de King. De eso, démosle crédito a Mike Flanagan, quien quizá es uno de los cineastas de terror más efectivos en la actualidad.

Es interesante lo que sucede con Doctor Sleep. No podríamos considerarla una secuela, ya que toma una mejor dimensión cuando se aleja de la original; pero tampoco es una película que funcione por sí sola, al depender en argumento y ofrecer demasiado fan-service. Flanagan nivela todos los elementos para plantear una historia décadas después de los hechos de El Resplandor (1980), tomando en cuenta el contexto de los personajes de la novela e, incluso, aportar teorías a los misterios –como el caso de la foto de Jack en 1921–. Flanagan y King nos dan una posible explicación.

¿Qué pasa cuando en la misma temporada tu padre te quiere matar y te das cuenta que tienes poderes sobrenaturales? Danny (Ewan McGregor) creció traumatizado, desarrollando un alcoholismo para inhibir su habilidad sobrenatural, un treintañero fracasado a quien de vez en cuando le atormentan los espíritus del Overlook, pero gracias al fantasma de Hallorann (Scatman Crothers) logra controlarlos. Su madre, Wendy, murió y ahora su principal miedo es no terminar como su padre. Para ello, Danny se asienta en un poblado de New Hampshire donde conoce a Billy (Cliff Curtis), quien le introduce a un grupo de AA y le encuentra casa. Tras ocho años, Danny encuentra estabilidad, utilizando su resplandor solo para ayudar a los enfermos terminales a tener una pacífica e indolora muerte en su empleo como enfermero, por lo que es llamado Doctor Sleep.

El resplandor, Tony, magia, humo, en cualquiera de sus nombres, la habilidad de Danny no es exclusiva de él, como Hallorann le explicó, hay muchos por ahí. Algunos de ellos son el True Knot, un grupo lidereado por Rose the Hat (Rebecca Ferguson), una mujer consiente de su poderosa habilidad que junto a sus miembros recluta o caza personas con este poder para extraerlo y así alargar su vida. Danny está fuera de su radar porque el True Knot caza niños, al estos tener un resplandor más puro. Tal es el caso de Abra Stone (Kiley Curragh), un niña con tan poderoso resplandor que sin conocer en persona a Danny establece con él una amistad a larga distancia a través de un pizarrón. Cuando Rose se da cuenta de la existencia de Abra, se convierte en su principal objetivo.

Doctor Sleep retoma el canon de El Resplandor de Kubrick al grado que recrea algunas secuencias y escenarios, a la vez que expande el universo propuesto por King. El hecho de que el resplandor funcione para alargar la vida nos da una teoría a la foto de 1921 de Jack Torrance. ¿Acaso el padre de Danny alargó su vida? ¿o reencarnó? Flanagan juega con esta idea y la introduce en la ambigüedad de Kubrick. El Resplandor propone un ciclo que se repite; el vigilante anterior a Jack, Grady, mató a su familia con un hacha, después Jack intenta replicarlo tras su encuentro con el espíritu de un mesero, quien descubre se trata del anterior vigilante.

En cierta parte, Danny regresa al Hotel Overlook, ahora abandonado y en ruinas. Cuando entra al salón principal se encuentra con que su padre, Jack (interpretado aquí por Henry Thomas), es el barrista. Similar a la experiencia de Jack. Al igual que el anterior barrista, Jack (quien niega su parentesco e identidad) intenta persuadir a Danny para tomar alcohol y doblegarse ante el hotel, como Grady convenció a su padre de hacerlo. El ciclo se repite. Se infiere una similitud entre el True Knot y el Hotel Overlook como entes poseyendo y alimentándose de resplandor.

Flanagan replica el estilo de Kubrick con las sutiles disolvencias entre escenas y las composiciones geométricas. Es evidente que la película fue hecha tanto por un admirador de El Resplandor, como de King. Hay un claro homenaje y hasta fan-service –la mítica toma de Jack asomándose por el agujero de la puerta es recreada por un Danny adulto recordando viejos demonios–. De igual manera, se apega a lo propuesto por King, por ejemplo, el destino final del hotel es como la novela original lo plantea.

Todos estos elementos propician que la cinta se desarrolle a través de diferentes géneros: tiene elementos del cine de terror pero también hay un drama centrado en la adicción, Danny al alcohol para anular su habilidad y el True Knot al humo del resplandor para alargar la vida. Así como secuencias de un onirismo de corte fantástico y hasta escenas de acción con un tiroteo. Puede que para algunos espectadores eso se sienta demasiado, pero, Flanagan (quien también edita su película) lo mantiene a flote sin resultar aburrido, ni ridículo.

Doctor Sleep está lejos de ser El Resplandor (1980), y Flanagan lo sabe. La comparación es inmediata y hasta la misma película lo propicia. Ese no es el punto. Más que un homenaje o una secuela, es un reconocimiento al legado. Es necesario ver El Resplandor para familiarizarte mejor con Doctor Sleep; pero también Doctor Sleep te hará ver de otra forma El Resplandor.

 

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