Producción: El Escándalo (Bombshell)
Director: Jay Roach
Año: 2019
Plataforma: Cartelera Comercial
En 5 líneas esta película:
Está basada en hechos reales
Tiene un elenco cinco estrellas
Trata un tema interesante y actual
Ss convulsa en su trama
Es difícil saber para quién está hecha
El diccionario de Cambridge define el término bombshell con dos significados principales, el primero de ellos es: “Una noticia repentina y a menudo desagradable”, mientras que el segundo simplemente pone: “Una persona muy atractiva”. De alguna manera, ya solo el título es un buen indicador de la película que uno está por ver cuando compra su boleto.
El Escándalo, por su título en español, narra la estrepitosa caída en desgracia de Roger Ailes, Director Ejecutivo de Fox News, cuando veintitrés mujeres abanderadas por las reconocidas periodistas y presentadoras televisivas Megyn Kelly y Gretchen Carlson, denunciaron acoso sexual en el lugar de trabajo. Basada en hechos reales y contada desde el punto de vista de las víctimas de Ailes, la película transcurre alrededor de la campaña presidencial de Donald Trump y su relación con el canal de noticias.
Protagonizada por Charlize Theron como Kelly y Nicole Kidman como Carlson, el elenco protagónico también incluye a Margot Robbie como Kayla Pospisil un personaje inventado con fines dramáticos: es a través de ella que conocemos lo que pasa tras la puerta cerrada del gran jefe y que entendemos con qué está aceitado el engrane de este macro imperio televisivo. El elenco lo completan Holland Taylor, Kate McKinnon, Allison Janney, Mark Duplass, entre otros, y con John Litgow como Roger Ailes.
No hay que confundirnos, pues mientras es verdad que Megyn Kelly y Gretchen Carlson fueron valientes al ponerse en la otra esquina del ring contra Roger Ailes, también es cierto solo lo hicieron después de que sus carreras estuvieron en peligro, y mucho después de alimentar la supremacía blanca con mentiras descaradas y propaganda de miedo, además de exhibir diario enormes dosis de racismo, xenofobia, misoginia, homofobia y transfobia, desde la comodidad de sus sets hasta las pantallas de virtualmente todo Estados Unidos.
Bombshell es, en este sentido, una película tan difícil de describir como es difícil de ver. Ya de por sí es complicado entrar en Internet y ver tantísima gente halagar y defender los modos de Donald Trump, ahora piensen en ver eso mismo pero siendo efectuado por las heroínas de la película con las que se supone debemos simpatizar, y esto solo es la parte superficial, por llamarlo de alguna manera, cuando el verdadero problema viene como la voz de Roger Ailes mientras le pide a sus empleadas que se levanten el vestido para poder verles la ropa interior.
Algo que Bombshell no deja del todo claro es, ¿para quién se supone que está hecha? Por lo menos en Estados Unidos es un poco incierto y confuso. Los liberales mucho tiempo ya han criticado lo que pasa tras las puertas de Fox News, y su desagrado no va a disminuir con esto, sino posiblemente lo contrario. Los republicanos no van a creer nada de lo mostrado en pantalla, ellos que todavía creen que a Roger Ailes le jugaron chueco y era inocente de todo cargo. Fuera de EEUU, dado un guión que se siente más como una historia local, es poco probable que logre causar el impacto que otras historias como Spotlight (McCarthy, 2016) alcanzaron. Mi única conclusión es que esta película fue hecha para fans de Nicole Kidman y su creciente colección de pelucas horribles.