Producción: El Placer es Mío
Director: Elisa Miller
Año: 2015
Plataforma: Cine

 

En 5 líneas esta película:

Trata sobre el amor desde un punto de vista real.

Esta bien actuada.

Sus personajes están bien desarrollados.

Es un poco deprimente.

Hacia el final es melodramática.

 

  

 

El Placer es Mío es una película de drama que trata sobre el fracaso del amor, o para ponerlo en palabras de la directora, la expulsión del paraíso. La película busca retratar fielmente aquel lado del amor por el que todos (figurativamente) alguna vez hemos pasado, esa cara real y dolorosa que normalmente no vemos retratada en las películas románticas a la que nos acostumbran. La historia trata sobre una pareja, Rita y Mateo, que deciden irse a vivir al campo ellos dos—solos—sin nadie conocido a la vista (¿que podría salir mal?). Mateo y Rita están muy enamorados y follan cada vez que pueden. Pero como todos los que han pasado por eso, bien saben (la película esta dirigida para este grupo de gente), esta situación no dura. Rita y Mateo empiezan a ver su relación desacelerar y las cosas se agravan con la visita de una “prima” de Mateo, que en realidad es de las que se le dice prima porque se le conoce desde niños, cuando en realidad alguna vez follaron y en cualquier momento pueden follar otra vez.

El Placer es Mío es el primer largometraje de la directora Elisa Miller, y parafraseando sus palabras, su intención era hacer una película real. Y la película le quedo muy real, con mucho sexo (y mucho pene, porque en el sexo siempre hay pene), y un desenlace probablemente demasiado real. Pero es indudable que lo que vemos en pantalla transmite la visión de la directora. Se podría decir que la historia surge del punto de vista femenino, tan escaso (y necesario) estos días no solo en México pero a nivel mundial; no obstante femenino aquí no significa delicado. La directora no se permite delicadezas al contar su historia y pone a Rita a sufrir sus propios errores, los cuales seguro van a resonar con la gran mayoría de los espectadores (mayores de 30). El desenlace es un poco dudoso, pero el largo (no es albur) de la película le garantiza crédito a la realizadora.

La pregunta es ¿quién traen ganas de que se la recuerden? La película por naturaleza es depresiva, por lo que mas que disfrutarla hay que resistirla, y alguien con una herida medio abierta seguro la pasa muy bien (sarcasmo). Las actuaciones de Rita, interpretada por Eduarda Gurrola (El Infierno), y Mateo, interpretado por Fausto Alzati (en su debut), están en su punto y se disfrutan; son papeles dramáticos y difíciles, y gracias a ellos sentimos que estamos viendo verdadera emoción. Seguramente la película llegará a salas muy recortada de la versión original, y la gran mayoría del público no tendrá la oportunidad de ver a los actores en su “plenitud”. El Placer es Mío vale la pena para aquellas personas que buscan en el cine una representación auténtica de la vida, y en lo particular de las relaciones sentimentales, sea cual sea el veredicto.

 

 

 

 

 

 

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