Producción: El Profesor Marston y la Mujer Maravilla (Professor Marston and the Wonder Women)
Director: Angela Robinson
Año: 2017
Plataforma: Cartelera
En 5 líneas esta película:
Está basada en hechos reales
No abusa del shock ni el escándalo
La dirección se siente adecuada
Las actuaciones protagónicas son muy refrescantes
Se toma muchas licencias creativas
Así como el Profesor Marston, yo intenté ser parte de una relación poliamorosa en mi juventud; por desgracia, la mía no dio a luz a uno de los superhéroes más famosos de la historia de los cómics, y me parece que por esa razón Angela Robinson no se avocó en hacer una biopic sobre mí, pero sí sobre el doctor William Moulton Marston, y de eso les vengo a escribir hoy.
Charles Moulton fue el pseudónimo bajo el cual el doctor Marston firmó los primeros ejemplares de La Mujer Maravilla, un pseudónimo que fue el equivalente para Marston lo que Diana Prince fue para la princesa Diana de Themyscira: una doble identidad.
O por lo menos eso es lo que Robinson nos hace creer en su película.
Nuestra historia comienza con Marston en una junta de revisión con la Asociación Americana de Estudios sobre la Niñez, orquestada por la infame Josette Frank. Al parecer, el buen pueblo estadounidense está preocupado porque unas historietas tan populares como lo son La Mujer Maravilla, estén llenas de referencias al BDSM y (¡Dios nos libre!) el lesbianismo. A la par que Marston intenta salvar a su personaje con argumentos honestamente no muy sólidos, nosotros nos sumergimos, flashback tras flashback, en la historia que le dio vida a la heroína.
Cuando William y su esposa Elizabeth eran profesores en las universidades de Harvard y Radcliffe, contrataron a Olive Byrne, una estudiante de él, para asistirlos en un proyecto especial en el que estaban trabajando: la madre del polígrafo, una máquina capaz de detectar mentiras. Lo que comenzó como un simple experimento –tanto de los Marston y Byrne, como de su máquina de la verdad– terminó convirtiéndose en el triángulo amoroso con el que todos fantaseamos… hasta que nos vemos coqueteando con en el poliamor en la vida real y entendemos que no es para todos, pero respetamos a los Marston porque se veían genuinamente felices. ¿Spoiler alert?
En fin, si vieron el tráiler, hay una línea que dice “el mundo no va a permitirlo” y es el mundo más o menos quien actúa como antagonista de la cinta. El mundo de los hombres, que no está listo para el amor libre. Así es como nos lo pone Angela Robinson en su película, pero un poco menos caótico y menos a la defensiva de lo que yo lo describo. William está profundamente enamorado de su esposa, pero también está profundamente enamorado de Olive. Él lo sabe y ellas lo saben, la pregunta es: ¿qué van a hacer al respecto?
La cosa con Professor Marston and The Wonder Women es que es una agradable sorpresa, o por lo menos a mí me parece que lo es. Uno no se esperaría que la película esté tan bien dirigida, tan bien actuada, tan bien musicalizada, tan bien todo, a fin de cuentas; si bien la realizadora optó por tomar su buen puño de libertades creativas cuando escribió el guión, ciertamente eso es lo que le da corazón a la historia. Aquí no vemos una aburrida docuficción sobre cómo un catedrático se sentó a diseñar a la superheroína por excelencia. Vemos una historia de amor. Un conflicto. Una aventura.
Hay que dejar las cosas bien claras, si lo que están esperando es una segunda parte de Wonder Woman, ni siquiera se molesten, porque esta película es todo menos eso. Es mejor entrar a la sala esperando nada extraordinario, para salir felices con lo maravillosa que resultó ser. Confíen en mí.