Antonia González AlarcónPRODUCCIÓN: EL SABOR DEL CEMENTO
DIRECTORES: ZIAD KALTHOUM
AÑO: 2017
PLATAFORMA: FICUNAM
EN 5 FRASES ESTe Documental:
Es un ensayo sobre la guerra
Da luz a una realidad poco conocida de los refugiados sirios
Tiene una edición de sonido impecable
Muestra una visión personal de las consecuencias de la guerra
Busca la empatía desde un ángulo íntimo
Las guerras en los países árabes están en el imaginario de todos, pero entender, a nivel humano, qué ocurre en estas zonas de conflicto, se vuelve una bola abstracta como espectadores lejanos. El documental El Sabor del Cemento, del director sirio Ziad Kalthoum, retrata la situación de los refugiados sirios que encuentran trabajo en Beirut, Líbano, que viven reconstruyendo un país arrasado por la guerra mientras su propio país se ve más destruido día con día.
Desde el primer momento el director nos invita a entrar a la intimidad. La única narración a lo largo de la película es la historia de un trabajador hablando de los recuerdos de la vida de su padre como trabajador en el extranjero y el olor a cemento que impregnaba sus manos y su vida. Llena de dualidades, cada elemento en la narración se convierte en un símbolo del vaivén entre la esperanza y el dolor que la guerra y el exilio implican. Así, las tomas conforman un poema visual que habla por el silencio del narrador, enseñando a ver a través de los ojos de los constructores sirios y de sus anhelos.
La película logra darle un nuevo significado a la imagen que los medios masivos transmiten de la guerra en Siria, pero no la transforma. El contenido que recibimos en Occidente es el mismo que los sirios refugiados obtienen: un mundo mediado por la pantalla. Con esto, queda en evidencia que las noticias que consumimos todos los días están atadas a personas reales, aspecto que tiende a perder perspectiva cuando la violencia se ve normalizada.
Técnicamente es una película preciosamente resuelta. La fotografía, dirigida por Talal Khoury, convierte todas las dificultades de la filmación de un documental en un recurso. Esto acompañado de la edición de audio, liderada por Sebastian Tesch, logra equilibrar el exceso que los contextos que la guerra y las construcciones contienen, poniéndolos en diálogo.
Kalthoum transforma una narración personal en una más global, apela a la empatía con una realidad poco hablada, ignorada por muchos, donde el estado del cemento determina la condición de vida entre el refugio y la destrucción, de cientos de sirios. El Sabor del Cemento es un retrato de la espera y de la añoranza perpetua de poder reconstruir la casa propia al otro lado de la frontera.
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