Producción: El Seductor (The Beguiled)
Director: Sofia Coppola
Año: 2017
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta cinta:

Es de drama

Tiene buena fotografía

Tiene buenas actuaciones

Se queda un poco corta en su declaración

Siempre se espera más de su directora

 

  

 

En meses pasados fue noticia el nombramiento de Sofia Coppola como la mejor directora del año en el Festival de Cannes, siendo la segunda mujer, después de Yuliya Solntseva hace ya más de cincuenta años, en ganar dicho galardón, pese a perder la Palma de Oro.

Coppola en el mundo del cine es un apellido grande, desde Francis hasta Nicholas Coppola (Nicholas Cage) y desde luego Sofia, son nombres que retiemblan cuando uno los menciona en las charlas de cine. Pese a ello, Sofia ha sabido ganarse su nombre a pulso con joyas como Las Vírgenes Suicidas (1999), Perdidos en Tokio (2003) y otras bastante más endebles como María Antonieta (2006) o Ladrones de la Fama (2013).

El Seductor (2017), su más reciente filme, quizá se encuentra justo a la mitad del camino entre sus grandes obras y sus intentos fallidos (que se agradecen desde luego). La cinta es la segunda versión de la novela de Thomas P. Cullinan, cuya primera se refiere a la dirigida en 1971 por Don Siegel protagonizada por Clint Eastwood. En una época de misoginia cinematográfica exacerbada, Coppola nos habla de una visión radicalmente distinta (no obstante, estas líneas no se tratarán de esos contrastes porque de eso han hablado otros y de muy buenos modos. Solo se queda de tarea en el lector ver ambas versiones y juzgar por uno mismo lo que se puede hacer con un poco de perspectiva.)

Regresando a El Seductor, la película es protagonizada por Nicole Kidman, Kristen Dunst, Elle Fanning y Colin Farell, la historia va de un soldado malherido en 1864, en plena guerra civil norteamericana, que cae en un bosque en el estado de Virginia y es encontrado por una de las alumnas de la academia de señoritas de Martha Farnsworth. Él es un soldado yanqui en tierra confederada y por lo tanto es un enemigo, sin embargo, las siete mujeres, de todas edades, deciden mantenerlo a salvo del ejercito secesionista, debido quizá a que gracias a la guerra que las tiene cautivas en la vieja casa victoriana, este sea su primer contacto con el mundo exterior.

Después veremos los cambios en actitudes y las obsesiones en este relato gótico tras la llegada del cabo. Se toparán con tensiones sexuales de diferentes niveles, desde el despertar o el estallido hasta la represión, pero también veremos a aquellas mujeres que ni podían ir a la guerra ni escapar de ella, y a una guerra invisible para el espectador que llega a irrumpir la ilusoria paz del edén femenino.

La castración (casi) simbólica del ente masculino representa la victoria de la sororidad frente a la guerra, frente al hombre blanco y poderoso; y desde luego este, lastimado en su virilidad, es quizá uno de los estatutos más imponentes en esta comedia negra/thriller psicológico/película de época/sátira política. Estas mujeres angelicales, instruidas naturalmente por la época a ser buenas esposas, corrompen el juramento social invisible en pro de su propia seguridad, de su propio empoderamiento. Un rasgo indiscutible en el cine de Coppola que ya se había visto en Las Vírgenes Suicidas, donde también un grupo de mujeres quedan aisladas del exterior.

Quizá no es la mejor película de la directora, pero es una apuesta diferente, entretenida y etérea, fotografiada de forma barroca en 35 mm por Philippe Le Sourd, colaborador habitual de Won Kar-Wai (si no le suena el nombre, hacer el favor de googlearlo YA), donde vemos una cinta con tintes políticos quizá en respuesta tanto a la misoginia de los setenta (y la actual desde luego) como a los triunfos de las batallas feministas de aquellos años hasta la fecha.

 

 

add_filter( 'the_title', 'max_title_length');