Producción: El Club
Director: Pablo Larraín
Año: 2015
Plataforma: Cine

 

En 5 líneas esta película:

Es de drama

Es una crítica punzante y acertada a la iglesia católica

Está muy bien actuada

Maneja bien el suspenso

Es una película oscura

 

   

 

El Club es una película de drama que trata sobre los curitas problemáticos de la iglesia católica. La historia cuenta sobre una casa hogar ubicada en un pequeño pueblo costero en Chile, la cual es habitada por cuatro hombres y una mujer. Este grupo de personas lleva lo que parece ser una vida aburrida, y el único propósito que tienen es el entrenamiento de un galgo de carreras. Pronto nos enteramos que tres de los hombres son/eran curitas de la iglesia católica (y la mujer, monja), y que han sido enviados a esa casa a expiar sus pecados (no todos son pedófilos), aunque de expiar no vemos mucho. La calma de la que disfrutaba el club se ve transgredida por la llegada de un nuevo curita, quien viene arrastrando una carga muy pesada: a este nuevo curita lo acosa un indigente trastornado, y quien parece ser una de las víctimas de este nuevo integrante de la familia. Un evento inesperado cambia la dinámica de la casa y obliga al Vaticano a enviar a un experto para que averigüe que pasa en dicho resort.

El Club es una película muy oscura y un golpe directo a la iglesia católica. En esta ocasión, el aclamado director chileno Pablo Larraín escoge un ángulo de crítica distinto, y lo hace utilizando la misma escritura sagrada de la iglesia, como si recordándoles que antes que nada son los seguidores de una figura mítica a la que llaman Jesús, y a la que han decidido no solo ignorar, sino contradecir a través de los siglos. De esta forma el director le ofrece a la iglesia una solución maravillosa en términos que ellos deberían entender. La película cuenta con enormes actuaciones, para empezar de dos regulares de Larraín: Alfredo Castro y Antonia Zegers; pero la presencia más grande es la de Roberto Farías, quien hace el papel de aquel indigente trastornado, y que casi como una broma práctica chilena, luce muy parecido a Maradona. La película está llena de suspenso y por momentos horror, y sus recursos están bien acompañados por un pueblo de esos de viento helado, y una paleta de colores deslavada y en azul marino.

El Club se llevó el gran premio del jurado en el Festival Internacional de Cine de Berlín, y es una crítica punzante a la iglesia, pero también elegante. La película sigue la línea de grandes películas de Pablo Larraín, con méritos para estar entre las mejores del realizador, y es una que no vale la pena perderse.

 

 

 

 

 

 

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