Producción: ENOLA HOLMES  
Dirección: Harry Bradbeer
Año: 2020
Plataforma: Netflix 

 

En 5 líneas esta película:

Es de aventura, misterio y comedia

Tiene una buena dupla protagonista

Tiene una historia alentadora

No sabe cómo sostener sus propios misterios

Con sus errores de guion impide la trama tenga un desarrollo apropiado

 

  

Me parece interesante comenzar esta crítica con la misma pregunta que Millie Bobby Brown se hace en los primeros cuarenta segundos de la película: ¿Por dónde empiezo?

Hay mucho de lo que se puede hablar, pero para Enola Holmes lo más conveniente es acentuar primero el contexto: El famoso detective Sherlock Holmes es un personaje de ficción creado por Sir Arthur Conan Doyle en el año de 1887. Este escritor le entregó al género policíaco de novelas un personaje inolvidable, destacado por hacer uso del razonamiento deductivo para resolver cualquier caso y marcando a su vez una tendencia con la capacidad de resistir el peso de los años (lo cual así fue). La serie de Doyle está compuesta por cuatro novelas y cincuenta y seis relatos de ficción. En lo que respecta a la familia de Holmes, hay una pauta clara de quienes fueron sus padres y también su hermano mayor: Mycroft, pero ¿y su hermana?, ¿tenía Sherlock Holmes una hermana menor con dotes detectivescos como los de él?

No encontraremos una respuesta del 2006 para atrás, porque fue precisamente en ese año que la escritora estadounidense Nancy Springer publicó la primera novela de Enola Holmes, un personaje de su completa autoría y que en los cuatro años pasaría a formar parte de la serie de libros para jóvenes con el nombre de: Las Aventuras de Enola Holmes (The Enola Holmes Mysteries). Son seis libros en total, el último se publicó en el año 2010.

La adaptación cinematográfica que protagoniza Brown (quien también hace de productora) es del libro El Caso del Marqués Desaparecido (The Case of the Missing Marquess). La película nos presenta a Enola Holmes en una triple batalla: por un lado está tratando de descubrir el paradero de su madre (Helena Bonham Carter), después de que esta desapareciera misteriosamente la mañana de su cumpleaños; también se ve implicada en la desaparición del joven Marqués de Basilwether (Louis Partridge); y por último está huyendo de sus dos hermanos: el compasivo Sherlock (Henry Cavill) y el severo Mycroft (Sam Claflin) para demostrarles que ella también puede ser igual de valiosa que ellos dos.

Dirigida por Harry Bradbeer y con un guion escrito por Jack Thorne, si tuviera que describir a Enola Holmes en tres palabras diría que es una película: divertida, familiar y por lo tanto entretenida. No encontrarás nada más y es que la película tampoco necesita algo adicional, cumple precisamente con lograr una propuesta ligera y perfecta para darte una tregua de los pesares cotidianos.

En los avances tenía la impresión que Millie Bobby Brown resultaría molesta en este personaje, sin embargo cuando miras la película con lo primero que conectas es con la carisma que Brown le impregna al personaje. Es ella la que carga con todo el ritmo de la historia y evita que pierda su significado: forjarte un camino por tu cuenta.

Pero eso no salva la película de su mayor decepción: el misterio de la madre. El nada sorpresivo desenlace saca de balance a toda la historia, que aunque de alguna forma buscó equilibrar sus dos horas de metraje con el caso del marqués, ese proceso de sustituir una cosa con otra no ocultó lo incapaz que es la película (desde el guion) para saber como desarrollar cada elemento de su narrativa correctamente. Se vuelve más interesante la introspección de Enola para evaluarse internamente y al mismo tiempo descubrir una manera de valerse por su cuenta que los misterios que la llevan precisamente a esa introspección.

Al final no es tanto que Enola Holmes sea la hermana pequeña del detective Sherlock Holmes, ni que la película nos presente otra versión de este famoso personaje (aunque sea en miradas cortas); no es tanto que lo atractivo de resolver misterios sea algo intrascendente porque la propia película nunca supo como plasmar los mismos; al final, lo que se agradece de esta adaptación es la intención de impregnar algo tan amargo como las dudas de libertad, propósito y futuro.

 

 

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