Producción: Eso (It)
Director: Andy Muschietti
Año: 2017
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película:

Es de terror con dosis de drama y comedia

Es el primero de dos episodios

Se concentra en la infancia de los protagonistas

Tiene actuaciones sólidas

El tono es más relajado que la versión previa

 

   

 

Seamos honestos, la miniserie que originalmente adaptó uno de los libros más famoso de Stephen King, está muy sobrevalorada. Su estatus de culto, y hasta clásico de terror para algunos, es una mera expresión de nostalgia hacia una etapa más simple de la vida, en la cual una obra tomó la inocente figura del payaso para trastornar a toda una generación de niños noventeros. Semejante vuelta de tuerca semiológica y la icónica interpretación de Tim Curry, es el principal motivo por el que Eso (Wallace, 1990) aún tiene cierta relevancia al día de hoy.

Eso llegó casi al final de ese prolífico periodo, con previsible éxito en mayor parte gracias a la popularidad del libro. La combinación entre su densidad tonal y sus horribles efectos especiales producían más sonrojos que miedo. Los adultos de los noventa dudan del poder terrorífico de aquella adaptación. Es entendible, ellos son testigos de una etapa memorable para el género: la adolescencia en los ochenta, con su George A. Romero, John Carpenter, Wes Craven, David Cronenberg, etc. Los ochenteros guardan con mayor estima los clásicos de esa época, movidos tal vez por la nostalgia, pero sin duda el paso del tiempo les ha dado la razón; simplemente eran mejores tiempos para ver terror y la década siguiente no logró mantener el nivel impuesto por los maestros del género. Para colmo, el inusual formato (dos episodios de noventa minutos) que Televisa vendió en México como una película insufriblemente larga, acabó por enajenar a la mayoría del público adulto.

Sin embargo, hubo un público más vulnerable en el cual Eso sí dejó una huella profunda, la generación de chicos y adolescentes noventeros que comenzaban a familiarizarse con el género, y que gracias a la omnipresente TV se toparon con un payaso diabólico, que además de asustar con efectividad, se incrustaba de forma invisible en el subconsciente infantil por medio de la sugestiva pedofilia que Curry maniobraba tan bien. Eso terminó como una involuntaria obra de horror de culto infantil.

-«The Upside Down isn’t what i expected…» -«Dude, wrong show.» -«Oh, sorry.»

Veintisiete años después llega una nueva versión de Eso y las expectativas no podían ser mayores, alimentadas por el recuerdo de las escenas en las regaderas, la cloaca, las sábanas secándose en el patio… imágenes que aún nos persiguen a los 90s kids. Esta imágenes de nostalgia nos hacen creer que son fruto de una obra maestra del terror que nunca lo fue.  Es muy importante hacer esta distinción porque la nueva versión de Eso no contiene imágenes tan terroríficas que perturben con la misma intensidad, y eso descoloca a varios, quienes despotrican contra la película por esta razón. 

La acción se centra en la vida de los personajes protagonistas durante su infancia en el pueblo de Derry, donde niños y adolescentes desaparecen sin que exista un culpable. El grupo de amigos se une para encontrar una explicación, motivados por la búsqueda del hermano menor de Bill, uno de los miembros de la pandilla, conocida  en la comunidad como los perdedores. La cruzada los llevará hasta el conocimiento de una maldición que afecta al pueblo, enfrentándolos contra una fuerza malévola que suele presentarse en forma de un payaso macabro, llamado Pennywise, quien se alimenta de los miedos particulares de cada niño para atraerlos hacia su dominio.

Tendremos que esperar al segundo capítulo para ver la faceta adulta de los personajes. El director Andy Muschietti ha confirmado que la secuela será mucho más oscura, en congruencia con el tono establecido en esta primera parte, el cual es más relajado, en acorde a la naturaleza inocente y jovial de sus protagonistas. Es inevitable pensar en Stand By Me (Reiner, 1986) (otra adaptación exitosa de un relato de King) al verlos interactuar, ya que además de la notable química entre los chicos, tienen carácter y personalidad bien definidos que los hacen destacar individualmente y trabajar armónicamente en grupo. Todo el trabajo detrás del desarrollo de personajes es coronado con la gran labor de parte del elenco infantil, que deja el listón muy alto para los sucesores mayores.

Ola ke ase, viniéndome a matar o ke ase.

De eso se trata Eso, es una película de personajes, y al estar bien trabajados, es inevitable involucrarse, sufrir y reírse con ellos, así como celebrar sus victorias, lo cual hace de la experiencia una muy satisfactoria. La cinta combina momentos cómicos con dramáticos y finalmente, de mucha tensión. La interpretación de Pennywise por parte de Bill Skarsgård se aleja sabiamente en una dirección propia, y su participación es efectiva, apoyado por un trabajo de efectos visuales a la altura del material. No catalogaría la película como una de terror, sino una más cercana al thriller, y está perfecto, porque todo funciona como debería bajo esa etiqueta.

Nunca habrá otro Pennywise como el de 1990, porque el niño que vio la película en el Canal 5 a medianoche ya no existe, los miedos transmutan, y ahora de grandes el espejo nos acusa de acobardarnos ante situaciones menos fantásticas, pero verdaderamente más aterradoras. Este primer episodio es una rendición a aquella abstracta tensión sobre el futuro que cada niño en secreto guarda en vísperas de la adolescencia, y que solo puede ser amainada por el regalo de la buena amistad. Ese es el espíritu de este primer episodio, que plasma las problemáticas de crecer con oficio, tomando los sucesos más relevantes del material original y condensándolos, dando como resultado una película entretenida.

Andy Muschietti sabía que era absurdo competir con la figura de Tim Curry, pero vio una oportunidad en los restos de una película mediocre, concretando una adaptación que no sabíamos que necesitábamos. Habrá que esperar por el capítulo adulto de Eso para ver si el director y compañía son capaces de terminar el trabajo, aumentando le densidad en el tono de la historia a un nivel que un público con nuevos y reforzados miedos pueda apreciar genuinamente como una película de terror. Yo no me preocuparía demasiado, pues la primera parte ha demostrado que el material se encuentra en buenas manos.

add_filter( 'the_title', 'max_title_length');