Producción: Ex Machina
Director: Alex Garland
Año: 2015
Plataforma: Itunes
En cinco líneas esta película:
Es de suspenso psicológico
Trata sobre inteligencia artificial
Es minimalista pero compleja
Tiene un gran elenco
Se toma algunas libertades en su lógica
Ex Machina es una película de suspenso psicológico que trata sobre el dilema de la inteligencia artificial. La película es ciencia ficción pero mas que enfocarse en los clásicos temas filosóficos (que si están presentes), se avoca en entretener. La discusión en el cine sobre inteligencia artificial no es novedosa, la primera película que trato este tema fue Metrópolis en 1928, y su máximo exponente, 2001: A Space Odyssey, se filmó en 1968. Ante una lista tan larga es complicado encontrar originalidad, pero Ex Machina lo logra abordando el tema desde el ángulo de la conducta humana y cambiando el rol de la víctima. En este sentido la premisa es parecida a la de Blade Runner (1982), aunque son películas distintas. La historia se desarrolla unos cincuenta años en el futuro y trata sobre Caleb Smith, interpretado por Domhnall Gleeson (Black Mirror, Star Wars VII), quien trabaja en Blue Book, el Google del futuro, y es seleccionado por el dueño y creador de la compañía, Nathan Bateman, interpretado por Oscar Isaac (para ponerlo en palabras de Mr. Mugatu, “he’s so hot right now”), para llevar a cabo un proyecto especial. El mencionado proyecto es realizar la prueba de Turing a la inteligencia artificial que él ha desarrollado. Para la sorpresa de Caleb, la inteligencia artificial esta contenida en una atractiva robot llamada Ava, interpretada por Alicia Vikander (a quien próximamente se le verá hasta en la sopa). La película no trata de esconder hacia donde va, ya que Nathan es la clase de persona que no le cae bien a nadie que disfrute películas de inteligencia artificial; y pronto en la historia Caleb, nuestro gran héroe geek, entabla una partida de ajedrez psicológico con este genio villano. El éxito de la película esta en su minimalismo y la cadencia con la que nos lleva hacia donde nos hace creer que va, mientras en el camino nos entrega joyas que elevan el estatus de la película, como el cinismo de la escena de baile de Nathan y su desdichado fembot, Kyoko; o el clímax del suspenso en la escena con el espejo. La historia es tanto de inteligencia artificial como de “científico loco”, y tal vez es ahí donde pierde un poco de credibilidad, ya que por mas genio, a Nathan se le ve muy solo en un proyecto tan ambicioso. Alicia Vikander hace un gran papel de robot, que uno pensaría no requiere mucho rango, pero al final de la película entendemos la grandeza de su papel.
La ciencia ficción a final de cuentas es fantasía, pero es fantasía con el fin de cuestionarnos sobre la condición humana. Ex Machina, a pesar de que cuenta con todas las preguntas típicas sobre la inteligencia artificial, se enfoca en el ser humano, y es lo que la hace divertida para todos y no solo los adeptos a este género. La película es tan convincente que el final esta preparado para romperle el corazón a todo geek que se clave demasiado con ella.