Mauricio GuerreroProducción: Personal Shopper (Fantasmas del Pasado)
Director: Olivier Assayas
Año: 2016
Plataforma: Cartelera
En 5 líneas esta película:
Cabalga entre el terror y el thriller
Tiene buen guión
Tiene buen protagónico
Su forma es un poco plana
Hay partes que son gratuitas/injustificadas
Olivier Assayas presentó en el Festival de Cannes del año pasado una cinta que lo hizo acreedor al galardón de mejor director, la cinta está titulada Personal Shopper o Fantasmas del Pasado. La película es la segunda colaboración con la actriz Kristen Stewart, luego de que en 2014 presentaran Viaje a Sils María. Cuenta la historia de Maureen, quien se enfrenta al hecho de haber perdido a su hermano mellizo, con quien compartía el don de contactar espíritus. Tras la muerte de su hermano Maureen espera una señal de aquél para comprobar si el más allá en verdad existe, y pasa sus días como compradora personal de una insoportable actriz británica. Pronto se cuestionará si las señales que le llegan son de su hermano Louis o de un espíritu con otras intenciones.
La cinta cabalga entre el thriller y el cine de terror. La figura fantasmal brinda lo sobrenatural, pero su pronta conversión en acosador virtual engalana el misterio. A la par, Maureen se preocupa sobre si avanzar con su vida luego de su pérdida o esperar a que su pasado la encuentre. Assayas dirige a Stewart de manera natural, mostrando la buena química entre el director y la actriz. El personaje de Stewart es emocionalmente distante, distraído y frío con su entorno; una alienada personalidad que explota en la actriz las emociones más personales que le hemos visto en pantalla. La introspección en la historia ocurre a partir de la relación con su ex cuñada, su novio que reside en Marruecos, la sexualidad reprimida, su don y la timidez de tomar las riendas de su vida. De paso, nos habla de la superación de los traumas y heridas que nos deja la pérdida. Aquí el miedo funcionará como catalizador hacia el cambio y el enfrentar los sentimientos; es el artefacto des-alienante que nos puede salvar de la muerte en un momento de sumo peligro o incluso de la muerte en vida.
Assayas podría haber intentado un melodrama que de igual manera nos hable sobre el luto, pero la decisión de llevarla por los terrenos de estos géneros, convierte a Fantasmas del pasado en una película de propuesta argumental, sobre una forma más bien plana pero muy ad hoc al sentimiento encontrado en Maureen. Para Assayas es el miedo a la vida, tanto como a la muerte, el elemento para componer una radiografía al sentimiento humano. Una decisión que quizá conquistó los corazones de los jurados de Cannes, pero que mantuvo dividida a la crítica, quien la amó y la odió al mismo tiempo. Lo que sí, es que las consideraciones que se toma en torno al miedo humano son más que interesantes.
Sin el miedo, la supervivencia, lo desconocido y nuestra propia existencia, como conceptos, correrían el peligro de ser obviados. De otro modo, nos propone el director y crítico, difícilmente encontraríamos en nuestros rincones más primarios otro sentir tan fuerte como para elevarnos a un estado de acción plena y trascendente.