Producción: Feel Good
Creada por: Mae Martin
Año: 2020
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta serie:
Es de comedia y drama
Es semiautobiográfica
Tiene un excelente elenco excelente
Tiene un guion impecable
Es honesta
Últimamente, pareciera, la gran aspiración de todo el nuevo contenido televisivo por el lado de la comedia es ser la nueva Fleabag, por lo menos de acuerdo a la crítica especializada. No mucho antes de eso, la meta era ser la nueva Girls, y luego, por supuesto, también está el caso del contenido LGBTQ+, que también tuvo su etiqueta de la nueva The L Word o la nueva Will & Grace, dependiendo. Es precisamente como la nueva Fleabag que mucha de la prensa heterosexual ha clasificado a la nueva gema escondida de Netflix, a la que incluso yo estuve, más bien, tentada de tildar como la nueva Please Like Me antes de sentarme a pensar y darme cuenta que las series y películas pueden ser su propia entidad, sin Phoebe Waller-Bridge o Lena Dunham o Ilene Chaiken como punto de comparación.
La serie en cuestión se llama Feel Good y fue creada por la comediante canadiense Mae Martin, basada en su propia vida y cómo ha sido su timoneo hacia la adultez, su experiencia como mujer queer, sus relaciones sentimentales, familiares, y su viaje por superar un pasado marcado por el abuso de sustancias; temas con los que, me queda claro, mi generación puede más que sentirse identificada, si no con todos, con uno como mínimo.
En la serie, Mae se interpreta a sí misma, o una versión de sí misma, donde en el primer episodio la vemos haciendo stand-up en un club de comedia; ahí conoce a George (Charlotte Ritchie), quien le invita un trago pero le advierte que nunca había estado en una cita con otra mujer antes, aun así comparten un beso y se van a la cama juntas y lo que sigue es un bonito montaje de comedia romántica donde vemos su relación florecer durante las siguientes semanas y concluyendo con George pidiéndole a Mae que se mude a su departamento, un clásico en el libro lésbico. Todo parece idílico, hasta que nos enteramos que George no le ha contado a su familia ni a ninguno de sus amigos que está en una relación con una mujer, o que Mae no había compartido con su novia que es una adicta en recuperación, algo que su madre (interpretada estelarmente por Lisa Kudrow) hace por ella.
Es a partir de estas dos revelaciones que la relación de Mae y George, y la serie como tal, toman un giro que se manifiesta en los conflictos de los siguientes cinco episodios. ¿Por qué está George tan avergonzada de estar enamorada de una mujer? ¿Cómo afectó su problema con las drogas la relación de Mae con sus padres? Problemas del pasado que irán afectando a cada persona que se involucra con ellas mientras resuelven sus problemas en pareja y sus demonios personales, todo esto envuelto en un tono de comedia entre absurda y agridulce, lo que sí, es verdad, recuerda a otras excelentes series como la muy extrañada Please Like Me.
Feel Good no solo es un trabajo inmaculadamente bien escrito y con un ritmo de comedia prácticamente perfecto, sino que también logra capturar a la perfección un mundo actual que es delicado y complejo y profundamente humano donde las personas cometen errores y tienen defectos sin convertirse en villanos o antagonistas o simplemente en gente mala. La relación con Mae y su madre es una que especialmente refleja muchas inseguridades, miedos y arrepentimientos que muchos “adultos jóvenes” experimentamos en la actualidad, pero aquí, como en el mundo real, no es blanco y negro.
No se necesita ser queer, ni junkie en recuperación, ni canadiense, ni comediante, para que esta serie resuene con su audiencia, pero sin duda va a conectar más con quienes entiendan estos problemas o situaciones o vivencias en otro nivel. Lo que sí es que, indiscutiblemente, es una must see para estos días de cuarentena.