Producción: Gad Elmaleh: American Dream
Año: 2018
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas este stand up: 

Es el segundo especial en Netflix del cómico

Es de un cómico ya famoso pero en otro idioma

Habla bastante bien de las diferencias culturales

Tiene comedia física efectiva

Es comedia ligera

 

   

 

Atrás quedaron los días en los que un especial de comedia en HBO era el momento de consumación del cómico. Aquellos lares, para los cuales solo parecía haber lugar para un legendario como George Carlin, hoy en día se han visto democratizados por Netflix.

Algunos podrán decir que esta democratización es también la ganga que obtenemos al ceder la calidad. Creo que todos estamos en lo correcto. Pero en este balance de claroscuros nos llega Gad Elmaleh, la otrora persona más graciosa de Francia. Al cómico hay que aplaudirle varias cosas, pero ninguna otra tal vez tan loable como su dominio del inglés, el cual es perfecto, a tal grado que una buena parte de su rutina se basa en los peripecias del lenguaje y su gramática llena de excepciones; chistes efectivos y con un elegante grado de materia gris. Por otro lado, es norma que los estandoperos sean personas valientes. Pero el franco-marroquí básicamente está poniendo aquí su legado en la línea. Si un mortal con más aspiraciones frente a él que recorrido por detrás, se para frente a un público a que le juzguen su rutina, pues la realidad es no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Sí Gad fuera a fracasar, el golpe sería duro, porque cae desde bien arriba (y solo tendría una montaña de dinero para acolchonar su caída).

Pero si el cómico se ganó un especial de Netflix, por más democratizado que esté ese espacio, es porque las cosas están siguiendo su curso natural.

En estas épocas de nativismo exacerbado entre algunas huestes, Gad Elmaleh viene a contarles a los norteamericanos chistes sobre lo raro y excepcionales que son. Les viene a platicar de cómo le deben bajar dos rayitas, y aunque el resto del mundo no canta mal las rancheras, el yankee no es ni por mucho el estándar de lo que se debe considerar como normal. Está de más decir que para cualquier nacionalidad que no sea la norteamericana, esta rutina es una michelada bien fría en un día de cruda en la playa.

Probablemente esta rutina sea más popular afuera de los Estados Unidos, pero esta es una de las razones por las cuales Netflix sigue creciendo, como monstruo que es, amenazando todos los rincones del contenido en la cultura popular audiovisual: la democratización tiene efectos positivos exponenciales. Si a George Carlin lo vieron un selecto grupo de suscriptores de canal de cablevisión premium, a Gad Elmaleh lo van a ver en todos los rincones del mundo.

 

 

add_filter( 'the_title', 'max_title_length');