Producción: Grace & Frankie: Cuarta Temporada
Creador: Marta Kauffman, Howard J. Morris
Año: 2018
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie: 

Tiene un extraordinario elenco

Madura y redondea a sus personajes conforme avanza

La protagonizan los padres y abuelos que todos quisiéramos (o de los que huimos)

Reflexiona sobre personas de la tercera edad

Va a conectar con un público de cierta perspectiva ante la vida

 

   

 

En la época en la que las minorías, la diversidad y la otredad, encuentran caminos para levantar la voz, Netflix abre un espacio para la tercera edad a través de Grace and Frankie, serie que pone sobre la mesa una temática real y poco abordada: cuando las personas de más de sesenta y cinco años, a partir de la nueva apertura social, se atreven a salir del clóset para explorar sus verdaderos intereses y preferencias, aunque esto implique terminar con matrimonios de años.

Aunque Grace and Frankie no es una serie nueva, conforme avanza madura al punto de que en la cuarta temporada presenta personajes bien construidos y en su mejor momento. La primera etapa de la serie, en la primera y segunda temporada, todo gira alrededor del redescubrimiento de una vida distinta a la establecida por la heteronormatividad: Sol (Sam Waterson) y Robert (Martin Sheen) experimentan abiertamente su relación como pareja gay formal, con la aceptación y desaprobación de sus familiares y círculo de amigos; mientras que Grace (Jane Fonda) y Frankie (Lily Tomlin) se enfocan en aprender a coexistir en una nueva realidad construida sobre lo que quedó de cuarenta años de matrimonios fallidos, superando el estigma del abandono, el engaño, la vejez y la soledad; lo que compensan viviendo juntas y pasando de ser conocidas que no se soportaban a ser mejores amigas.

Esto sonaría a que es un show repleto de drama, pero no, de eso Grace and Frankie no tiene nada. Siguiendo la fórmula de sus anteriores éxitos, Kauffman y Morris construyen situaciones cómicas que explican sutilmente lo que le pasa a estas personas que están encontrando nuevas formas de vivir a los setenta años. Estas situaciones van desde la obsesión de Grace por las cirugías estéticas o el desbordado consumo de mariguana de Frankie, hasta la relación con sus hijos y la convivencia con sus exmaridos. Debe decirse que a los realizadores a veces se les pasa la mano y convierten algunas secuencias en absurdos sketches de pastelazo.

La manera en la que la serie plantean la vejez se antoja interesante para quienes están en esa etapa, y relevante para quienes ya estamos consientes de que llegaremos en algún momento; más si viene disfrazada de comedia de situación y tiene invitados especiales como Ernie Hudson, Peter Gallagher o Lisa Kudrow. La historia da foco a temas tabú, como la necesidad de que se respete la independencia económica y sexual de los adultos mayores (que Grace y Frankie funden una empresa productora de vibradores y juguetes sexuales para mujeres de más de sesenta lo ejemplifica perfectamente) y que sean considerados tan útiles, valiosos y atractivos como cuando eran jóvenes.

Grace and Frankie significó que Fonda y Tomlin volvieran a escena y fueran reconocidas con nominaciones al Emmy, y que Waterson y Sheen se mostraran en actuaciones únicas. No se habla de cancelación, pero Netflix sigue sin declarar si continuarán o si la cuarta temporada será la última. Aunque todo apunta a que la juventud también se vive a los setenta años, nadie podría culpar a los protagonistas de querer tomarse un descanso.

 

– Claudia Cirabel Arruñada Sala

 

 

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