Producción: Green Book: Una Amistad sin Fronteras
Director: Peter Farrelly
Año: 2018
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película:

Es de drama y comedia

Tiene aspectos de road movie

Tiene actores destacados entre su elenco

Es un refrito hollywoodense refrito

No muestra nada memorable

 

 

 

Dos extraños que convergen debido a circunstancias ajenas a su voluntad (un trabajo, más que suficiente), personas que son polos opuestos, pero que son justamente lo que cada uno necesita en este momento de su vida. El uno al otro se van a hacer crecer como personas. Tal vez nunca lo hubiéramos imaginado, pero aquí se va a forjar una amistad que va a durar por siempre (al menos así nos lo van a hacer saber al final de la película mediante una viñeta con letras).

No sé en realidad si la descripción de arriba les trajo a la memoria alguna película, Zootopia (Howard, Moore, 2016) ¿tal vez? O la francesa Intouchables (Nakache, Toledano, 2012), recientemente y de manera inexplicable reproducida en Hollywood con Bryan Cranston y Kevin Hart, o bien, para acabar pronto, el clásico de hollywoodense Driving Miss Daisy (Beresford, 1989). Pues esta descripción le cabe a la perfección a Green Book, película dirigida por aquella mitad del ícono noventero, los Hermanos Farrelly, Peter Farrelly.

Además de que la premisa de Green Book está desgastada hasta la muerte, habría que sumarle el tratamiento de los conflictos raciales en el sur de los Estados Unidos, el cual se hace de manera superficial y artificiosa; el estereotipo del italoamericano manufacturado a la letra; e insinuaciones de respeto a otras minorías, como pidiéndole un puñado de aprobación de pasada.

Ahora bien, Green Book es fantástica para ir con las tías o con la familia un domingo a pasar el rato. El tono humorístico de su director es notable, y tanto el personaje como la actuación de Viggo Mortensen están echas para encantarnos. Mahershala Ali hoy por hoy es de los mejores actores que podemos ver en pantalla, pero es triste verlo reducido a este caparazón de dos notas, al que se le pide momentos oscareables como si alguien apretara un botón en el momento más conveniente.

Green Book es una buena película que para estas fechas debería estar en Netflix o en el Blockbuster de su colonia, no siendo considerada como una de las mejores películas del año. No hay mejor muestra de lo que puede ser la farsa de los galardones del cine hollywoodense ni de lo cansado que esta esta industria en la Unión Americana.

 

 

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