Producción: Greyhound
Dirección: Aaron Schneider
Año: 2020
Plataforma: Apple TV+
En 5 líneas esta película:
Es una historia de guerra
Tiene una buena ejecución
Se concentra en la logística de las batallas navales
Tiene a Tom Hanks en el elenco
Te mantiene al borde del asiento
Desde que supe que Greyhound es una película de guerra, el amargo estereotipo del cine bélico de las últimas dos décadas me predispuso de antemano, pues la dinámica establecida gira en torno a enaltecer el ego de un determinado país, sacrificando la posibilidad de mostrar cualquier otra cosa más útil y enriquecedora de la época, el conflicto bélico o sus protagonistas. Hablamos de historias que sólo se les puede describir como manipuladas y hasta cierto punto, sí, burladas. O dicho de otra manera: consumidas por sus clichés dramáticos y tortuosas secuencias explosivas que exageran el trayecto del protagonista.
Se requiere un gran ingenio para superar o, en el mejor de los casos, ofrecer algo adicional a esa dinámica establecida. Por ejemplo, lo que hizo extraordinaria a 1917, del director Sam Mendes, fue la innovadora puesta en escena y la técnica cinematográfica inmersiva para rodar toda la película en un falso plano secuencia; eso, definitivamente, compensó su débil narrativa del héroe y la misión que tenía que cumplir.
Con Greyhound puedo decir que eso adicional, que me hizo disfrutar mucho la película, descansa en dos cosas específicas: primero, el carisma de Tom Hanks y, segundo, la intensa persecución, escape y contrataque que protagoniza en el mar.
Basada en una novela de Cecil Scott Forester, la película plasma una pequeña mirada de lo que fue La Batalla del Atlántico, un enfrentamiento naval que se dio durante la II Guerra Mundial. Durante los primeros años de esta contienda la U-Boote (denominación dada a los submarinos alemanes) logró hundir, atacando en la noche, varios buques mercantes británicos. En ese contexto, lo que vemos en pantalla se ubica durante los primeros días de la participación de Estados Unidos en el conflicto y la hazaña de un convoy internacional de treinta y siete barcos aliados, liderados por el comandante Ernest Krause (Tom Hanks), que se propuso cruzar el Atlántico Norte al acecho de varios submarinos alemanes.
Churchill llegó a manifestar en una ocasión su temor por lo que estos submarinos representaban y Greyhound hace un trabajo estupendo transmitiendo esa tensión que probablemente debió haberse vivido en el mar (con las obvias libertades creativas de la ficción).
Si bien la película sigue respetando esa dinámica exagerada y propia de las recreaciones visuales del género cinematográfico al que pertenece, tiene éxito destacando también, sobre su narrativa convencional, la logística técnica de la tripulación de estos barcos, que bajo el liderazgo de sus respectivos capitanes, evitaban ser hundidos por los submarinos alemanes. Cada escena se reduce a la simplicidad de sobrevivir el momento, con estupendas interacciones dialógicas de Hanks hacia su tripulación.
Esta apuesta de Apple TV+ al cine de bélico terminó dando como resultado una película que maneja bien el suspenso al que se aferra, con un Tom Hanks siempre fenomenal en lo que se propone y una historia que si bien no tiene muchas sorpresas bajo la manga, cumple con entretener lo suficiente para aquellos amantes del género que disfrutan regresando al pasado para contemplar, desde otra mirada, las guerras del pasado.