Producción: Happy!
Creadores: Grant MorrisonBrian Taylor
Año: 2017
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie:

Es un drama con comedia y violencia

Está basada en un cómic

Cuenta con un buen protagónico

Tiene un buen manejo de la violencia

Es de guión simple

 

  

 

Qué molesta es nuestra impetuosa necesidad por comparar las adaptaciones que se hacen para la pantalla con su material fuente. Muchas veces la palabra adaptación no es suficiente perdón para los realizadores que se van a echar encima la presión de los fans. Afortunadamente, la moralidad que nos exige poner sobre un altar inalcanzable a estas obras impresas cada vez queda más desdibujada y nos damos la oportunidad de disfrutar de las mismas historias pero con una experiencia completamente diferente.

En esta ocasión, tenemos la primera adaptación del destacadísimo escritor Grant Morrison (cuyo nombre está escrito junto a los más grandes de la industria) de una obra que supone un trabajo auténtico, donde se retuerce el espíritu navideño. Aunque lo que nos entrega es una historia clásica de rescate y redención, protagonizada por un expolicía, la situación es que el llamado a la aventura de nuestro héroe viene en forma de un unicornio volador imaginario. Happy! cuenta sobre Nick Sax (con una gran actuación de Christopher Meloni) en la búsqueda de la pequeña Hailey, quien fue raptada por un grotesco Santa, al mismo tiempo que es perseguido por la mafia.

La navidad está idealizada y la diégesis de Happy! la corroe el sexo, adicciones, crimen y violencia, balazos y una que otra situación perversa. Toda la agresión se nos presenta con humor negro y violencia explícita, así como algunas dinámicas sacadas de una que otra caricatura infantil. Entonces, por un lado tenemos a Happy, un unicornio azul con alas, amigo imaginario de la niña Hailey y el cual solo puede ser visto por ella y por Nick Sax; y por otro lado, tenemos a este último, quien tiene problemas con el alcohol, consigue dinero como sicario y se ha hecho de una gran reputación entre criminales. El contraste de sus personalidades (Happy tierno y derrochando esperanza, y Sax un cínico sinvergüenza) hace de la relación de estos personajes algo divertido. Aunque el curso de la trama no tenga mucho de espectacular, es parte de la sátira, pues pareciera que Nick Sax simplemente tiene la necesidad de meterse en problemas, porque siempre le debe algo a algún criminal, pero también tiene la suerte para salir bien librado, porque es lo suficientemente ingenioso para salirse con la suya o porque sencillamente suceden los auténticos milagros navideños.

Happy! es un clásico retrato navideño de Nueva York, con mucha fantasía y lecciones de fe por la magia de la navidad, pero retorcido en psicodelia perversa, resolviendo todos los problemas con plomo y desarrollándose en la parte poco amigable de la gran manzana (*guiño*).

 

 

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