Producción: Historia de un crimen: Colosio
Creador: Andrés Calderón, Juan Uruchurtu, Rodrigo Santos
Año: 2019
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie:

Es un thriller policíaco/político

Adapta las investigaciones del asesinato de Luis Donaldo Colosio

Recrea el ambiente vivido por el país en aquel momento

Tiene personificaciones bien logradas

Es convencional y no otorga nuevos elementos al relato

 

  

 

En mil novecientos noventa y cuatro, Carlos Salinas de Gortari intentaba mantener una presidencia tan flamante como una antena parabólica en una azotea pudiente. Aquel año empezaba con un movimiento guerrillero, la selección regresaba a un mundial, Selena y los Dinos acaparaban Sábado Gigante y el baile de caballito sacudía todas las provincias del país. El candidato presidencial era asesinado frente a una cámara casera al ritmo de la culebra.  Fue un año convulsivo y lleno de imágenes que nos ametrallaron indiscriminadamente para revelarnos una realidad cada vez más confusa. Muchos éramos niños cuando vimos nuestro primer magnicidio por televisión analógica. Veinticinco años después podemos retomar un caso que por sus interrogantes siempre podrá ser material bruto de una ficción.

Historia de un Crimen: Colosio es una serie de antología que en esta primera temporada nos relata con las debidas adaptaciones televisivas el magnicidio del candidato oficial del PRI y las turbias investigaciones alrededor de esto. Es un thriller político de un solo acto que va del momento del asesinato hasta el dictamen oficial del primer fiscal. La historia entrelaza otras situaciones del entorno político y social de la época y usa como guía a los personajes de Diana Laura (Ilse Salas), la esposa del candidato y a dos policías locales que decidieron seguir su propia línea de investigación.

La adaptación de este crimen en pantalla mezcla la documentación oficial del caso con las suposiciones inexpugnables que por mucho tiempo se han manejado de manera extraoficial. Los actores políticos de la época son retratados como personajes oscilantes entre la incomprensión y la villanía, pero dejando el espacio suficiente para que el espectador decida el lugar en la historia de los mismos. Un gran casting, locaciones y material de archivo hacen sentir el valor de aquel momento surrealista de una nación al borde de la inestabilidad política. Hay experiencia televisiva en el guion (Rodrigo Santos) y la dirección (Hiromi Kamata y Natalia Beristáin), otorgándole fluidez y oportunismo al argumento, aunque abusando del arquetipo del poder tras las sombras tan clásico de este género.

Adaptaciones del caso Colosio se habían hecho antes. Desde morbosos videohomes hasta películas mejor logradas como la de Carlos Bolado y que siempre han hecho alusión a lo que la mayoría siempre ha pensado: hubo una conspiración. Pero Historia de un Crimen: Colosio se toma su tiempo para el detalle y prioriza el entretenimiento, intentando emular el estilo contundente de miniseries como American Crime Story, acertando al retomar las sensaciones de incomprensión e incertidumbre que dejó el asesinato para todos los que sintonizaban aquel 23 de marzo sus televisores.

A veinticinco años del asesinato de Colosio, este trágico suceso tan mediático, finalmente tiene un tratamiento que usa los mayores elementos posibles en su producción, que incluye la amplitud de un evento cuya resolución ha dejado insatisfecha a una nación y que al menos en la ficción puede jugar con los detalles que el imaginario colectivo predispuso para subsanar la falta de certeza. La ficción ha terminado de engullir a la realidad mediante todas sus faltas.

 

 

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