Producción: Homecoming
Creador: Sam EsmailMicah Bloomberg; Eli Horowitz
Año: 2018
Plataforma: Amazon Prime Video

 

En 5 líneas esta serie:

Es un potente thriller con toques de drama

Construye momentos visualmente alucinantes

Cuenta con actuaciones destacadas

Hace una crítica a la industria bélica de EE. UU.

Demuestra la punzante genialidad de Sam Esmail

 

   

 

Que fascinante es la tranquilidad de un pez dorado; su mundo es breve, restringido por cuatros paredes de cristal y, en el mejor de los casos, una calcomanía de fondo marino que sirve para transformar su encierro en espejismo de inmensidad. En ese entorno controlado, bañado por la cálida humedad del agua, el pez dorado nada sin descanso hasta su muerte, siempre sereno e impasible, aunque al final de cuentas, encerrado en la fantasía que ha aceptado como su realidad.

La secuencia inicial de Homecoming, la nueva serie del creador de Mr. Robot (Esmail, 2015), comienza situándonos en el interior de un pecera de cristal, para después llevarnos con un genial movimiento de cámara a conocer la oficina de Heidi Bergman (Julia Roberts), asistente social en Homecoming, una instalación que brinda apoyo a soldados retirados para poder reintegrarse a la vida civil. En la misma toma ininterrumpida, conocemos a Walter Cruz (Stephan James), uno de los pacientes de Heidi dentro de Homecoming. Mientras Heidi y Walter mantienen una charla trivial (la primera de muchas que están por venir), la cámara avanza hacía la ventana de la oficina y se aleja de aquel cuarto, así como lo hiciera inicialmente de la pecera. ¿Tiene esta coincidencia alguna razón de ser? ¿Será que Heidi y Walter son dos inocentes peces dorados flotando en su propia fantasía? ¿Por qué el afán de continuar describiendo esta escena? Simple. Los segundos iniciales de Homecoming condensan la potencia discursiva de una serie en la que cada movimiento de cámara, diálogo y acción, desarrolla una maquinaria perfecta, llena de simbolismos, capaz de construir tensión hasta el borde de la paranoia.

Homecoming es una de esas series difíciles de digerir y que demanda constante atención del espectador. Nos mantiene cautivos a partir de la promesa de revelar algo que terminará por desquiciarnos y, a pesar de ello, nos entrega finas piezas de información en forma de cliffhangers, como lo hacen hábilmente los grandes clásicos del género, véase La Conversación (Coppola, 1974). La narración está estructurada a partir de dos momentos. El primero nos permite adentrarnos en la relación de Heidi y Walter, a la vez que conocemos a Colin Belfast (Bobby Cannavale), un despiadado y ambicioso hombre corporativo que hará hasta lo imposible por alcanzar sus objetivos. El segundo momento, nos introduce en la investigación de Thomas Carrasco (Shea Whigham), un endeble agente de la ley que decide investigar el caso Homecoming, haciendo revivir a los protagonistas oscuros secretos enterrados en lo más profundo de su memoria.

La serie original de Amazon Prime cuenta con un elenco sólido, liderado por una Julia Roberts que entrega acá una actuación destacada, yendo de la vulnerabilidad a la fortaleza, conforme el desarrollo de la historia lo requiere. Sumado a las actuaciones del elenco, destaca el aspecto técnico de esta producción que, entre movimientos de cámara imposibles, uno que otro plano secuencia alucinante y un diseño sonoro perturbador, logra crear atmósferas opresivas en una estética que nos hace sentir tan atrapados como los mismos personajes (sí, otra vez el pez dorado).

La serie también es una confirmación de que Sam Esmail cuenta con una enorme capacidad para mantener la punzante línea discursiva que ha logrado desarrollar en Mr. Robot, reiterando la importancia en nuestro tiempo de aquellas historias que tienen algo que decir y no solo algo que contar. En Homecoming está presente la crítica al gobierno de los EE. UU. y sus desalmados intereses bélicos, la frivolidad corporativa de las grandes emporios, la desquiciante ineficiencia de los procesos burocráticos y el perverso andar de un mundo dominado por el interés económico de unos cuantos, hecho que está perfectamente representado por el personaje de Bobby Cannavale.

En suma, Homecoming resulta una excelente opción para los amantes del thriller. Aunque es cierto que por momentos algunos capítulos flaquean un poco, el manejo de la intriga es sobresaliente y su conclusión termina por cumplir, atando todos los cabos sueltos que ha ido dejando a su paso. Si bien la conclusión de estos primeros diez capítulos es hasta cierto punto alentador, es fácil intuir que la segunda temporada (ya confirmada por sus creadores), forzará las vidas de Heidi y Walter, pues sus acciones son engrane de un mecanismo dominado por los oscuros intereses de una corporación que contempla desde lo alto, como mirando el interior de una pecera, el fatídico destino de un pez dorado.

 

 

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