Producción: HUBIE HALLOWEEN
Dirección: Steven Brill
Año: 2020
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta película:
Es una comedia
Es otra habitual película de Adam Sandler y sus amigos
Tiene sentido bajo sus propias reglas
No busca entrar en el salón de las mejores películas
Es una graciosa reflexión sobre las burlas
Si hay algo que tenemos garantizado cuando vemos una habitual película de Adam Sandler es que nunca va a ser una experiencia completamente satisfactoria para los gustos exigentes de un buen cine; no obstante con el pasar de los años y el devenir de muchas historias, cada vez que esperamos del otro lado de la pantalla a que otra comedia suya inicie, este actor nos ha obligado a cuestionarnos lo siguiente: ¿quién necesita que todo sea perfecto?
La respuesta que el mismo Sandler se apresura a otorgar, con las muecas y risas que suele hacer, es simple: el mundo puede prescindir de la seriedad, la amargura y la fuerza trepidante de algo pesado y solamente, en todo el sentido de la palabra, tratar de pasar un buen rato.
Esa idea es la que ha estado presente en la mayoría de sus últimos proyectos (Grown Ups -2010-, Just Go With It -2011-, Grown Ups 2 -2013-, Blended -2014-, Pixels -2015-, Murder Mystery -2019-, etc.), películas que pueden describirse en conjunto como unas divertidas, locas y exageradas aventuras con amigos y amigas, disfrazadas, por supuesto, de comedias cinematográficas.
Sin embargo: ¿Qué respondemos nosotros? ¿Debemos conformarnos con la diversión que este actor propone? Personalmente les digo que no es tan sencillo responder con un sí o un no a esa pregunta, porque cada payasada desafía, en grados diferentes, la paciencia que pueda concederle para aceptar el trato que ofrece con cada una de sus películas.
Aunque la madre de todas las ironías se encuentra en el hecho de que Sandler es un mal actor por elección y no por falta de talento, porque ya ha demostrado, en varias ocasiones, que es capaz de cruzar los límites que se ha impuesto en su propia carrera (Reign Over Me -2007-, The Meyerowitz Stories -2017- y Uncut Gems -2019- son la prueba irrefutable de ello).
Sin embargo, a Hubie Halloween le antecede, también, un contexto particular, ya que Adam Sandler dejó muy en claro una amenaza contundente varios meses atrás: si no era nominado y ganaba un Óscar en su 92ª edición, iba a volver a hacer otra mala película a propósito para hacernos pagar a todos; lo que me lleva a formularme una pregunta esencial: ¿es esta historia la promesa materializada de su protagonista?
No, no lo es; porque no veo la forma de catalogar una película como mala, si en pantalla vemos finalmente el resultado de lo que pretendió ser: una estúpida, divertida y algo reflexiva película de Halloween. Usar lo delirantemente ridículo de su trama (lo que es evidente en esta película, sumado a sus malas actuaciones) como el argumento definitivo para juzgarla con una fuerte desaprobación, es dejar evidenciado la terquedad o la ingenuidad de, pongámoslo de esta manera: buscar oro donde obviamente no lo vas a encontrar.
Optar por un camino diferente (señalar errores, decir que es una comedia fallida, diseñar un texto agresivo que ataque directamente las decisiones creativas de esta película) es perder el tiempo, porque al final es lo que es y probablemente todavía nos falta vivir otra década más con las “habituales” películas de Adam Sandler estrenando en las salas de cine o plataformas de streaming para preocuparnos de ser, por naturaleza de oficio, críticos de lo evidente.
Hubie Halloween, la historia de un hombre que quiere enseñarle a todos los habitantes de su comunidad lo malo que es burlarse de otra persona, no busca entrar en el salón de las mejores películas de la historia o generar un impacto parecido. En cambio nos da, a pesar de todas sus extravagancias y ridiculeces propias de la cultura cinematográfica de Adam Sandler, un mensaje de cariño y respeto que nos alerta de las horribles consecuencias que puede ocasionar burlarnos (en cualquier forma) de otra persona.