Producción: Iron Fist
Año: 2017
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie:

Forma parte del universo Marvel/Netflix

Tiene personajes secundarios con buenos momentos

Es inconsistente en su trama

Perdió la atención al detalle de sus antecesoras

Es más de lo mismo

 

 

 

Sí, ya todos sabemos que Iron Fist es pésima, ¿puede alguien por favor pensar en Los Defensores?

Marvel tenía la idea clara desde el principio, Los Defensores emularían a Los Vengadores y llegarían a la plataforma de Netflix una vez que cada uno de los personajes tuviera su serie en individual. Llegó Daredevil, con un formato maduro, un estilo bien definido y una producción impecable. Aquí estaba la respuesta, el futuro de los superhéroes radicaba en la capacidad de innovar, de atreverse, de regresar un poco a los inicios y ponerle una dosis de autoría, para que el producto final se sintiera fresco, se sintiera auténtico. Este fue el gran acierto con Daredevil, que era una serie sin miedo; sin miedo de contar una historia con un tono oscuro, inmersa en un contexto tan fantasioso como la invasión de Nueva York que vimos en Los Vengadores, a la que constantemente se refieren como el incidente. Y esto se repitió con Jessica Jones, que además cuenta con el enorme mérito de ser la primer producción de superhéroes protagonizada por una mujer desde el inicio del MCU. Con Luke Cage el aroma a Defensores nos hacía cosquillas en la nariz, si bien no contó con la aceptación de sus predecesoras, sí tiene elementos que la ponen a su altura.

¿Por qué, Netflix, por qué permitiste que Iron Fist sucediera de esta forma? Aunque hay que aceptar que desde el primer tráiler algo parecía no estar bien, la fe era ciega. Teníamos razones de sobra para creer que la última pieza del rompecabezas marcaría un antes y un después; era a final de cuentas, la antesala de la consolidación de un proyecto cuya calidad nunca se había puesto en duda, con el equilibrio perfecto para que los fans de cómics y los efímeros que sólo buscan ver una buena serie pudieran disfrutar por igual.

A estas alturas ya todos sabemos que Iron Fist carece de todo lo que hacía que sus producciones hermanas fueran tan bien recibidas. Lamentablemente se tomaron decisiones erróneas que finalmente llevaron al desastre. La serie se siente apresurada, en el sentido de que a Netflix le urgía terminarla y debido a esto descuidaron todo aquello en que tenían que acertar. Las secuencias de pelea son un buen ejemplo, ya que no son ni la mitad de buenas que las de Daredevil, a pesar de que el personaje principal es un erudito de las artes marciales (o eso nos cuentan), además que siempre lo vemos hacer los mismos movimientos. Iron Fist le falta el respeto al espectador con su cinismo. Desde hace ya algún tiempo la calidad de Netflix ha a sido cuestionada, quizá esta debacle pueda ser la gota que derrame el vaso, quizá no, pero estoy seguro de que por lo menos habrá mucha reflexión.

The Defenders ya no nos emociona, ahora nos preocupa.

 

 

 

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