Melissa PaniProducción: Kubo y las Dos Cuerdas
Director: Travis Knight
Año: 2016
Plataforma: Cartelera
En 5 líneas esta película:
Es de animación stop motion y 3D
Es de aventura y fantasía
Es un homenaje a la cultura japonesa
Tiene buen guion
Tiene una ambientación maravillosa
Es una lástima no ver más carteles en las calles anunciando la nueva película de Laika Studios. Pero, si te topas uno rojo con un niño de cabello negro, detente, obsérvalo bien, y luego ve a ver la cinta al cine. Kubo y las Dos Cuerdas es probablemente la mejor animación que he visto en mucho tiempo. “Si han de parpadear, háganlo ahora…” con esa frase inicia la historia, mientras que en pantalla está una mujer con un bebé atado a su espalda, remando durante una tormenta en altamar. Realmente no quieres parpadear, porque Laika Studios, (Coraline y Boxtrolls), ha vuelto a recrear un mundo tan único y especial, que se te olvida que estás viendo una película.
La historia de Kubo, un niño con dones mágicos que inadvertidamente convoca espíritus vengativos de su pasado, es una aventura extraordinaria. Ubicada en el Japón feudal, Kubo escucha los cuentos que le narra su madre enferma, que son ilustrados con figuras de origami que bailan y actúan al son del laúd del niño. Un día Kubo hace caso omiso de la advertencia de su madre y se queda fuera de casa al caer la noche, permitiendo que sus tías malévolas lo encuentren. La madre hechicera de Kubo se sacrifica para salvarlo, enviándolo en un viaje acompañado por un mono exageradamente sobreprotector y un samurai embrujado en forma de escarabajo. Y es la conclusión de dicha travesía lo que convierte esta en la mejor película de Laika.
Hay una calidad lírica en la escritura que es una refrescante alternativa a la jerga que se usa en muchas películas familiares. Los diálogos de Kubo son ejes en la narrativa de la historia. La primera frase es una indicación del niño, lo cual es extraño ver en una historia situada en Japón de aquellos años. Kubo es un homenaje a la cultura japonesa, desde su ambientación hasta el espíritu místico de la vida del niño y de todos los que lo rodean.
La dirección de arte no hubiera sido posible sin mezclar animación stop motion con 3D; es un lienzo de texturas, sobretodo en la creaciones artesanales como la vestimenta y las figuras de origami. Por otra parte, los movimientos de los personajes son fabulosos; no imitan un movimiento perfecto, sino son un conjunto que recrean el personaje, y junto a los demás encuadres y la música de Dario Marianelli, recrean un mundo alterno.
Laika tiene una capacidad impresionante para contar historias y que también ofrecen algo diferente a lo que nos tiene acostumbrados las animaciones tradicionales de Hollywood. La travesía de Kubo es un triunfo como película y como demostración de las capacidades artísticas de la animación stop motion. Kubo y las Dos Cuerdas forma parte de la aclamada línea de cintas de Laika, y posiblemente sea la mejor de ellas.