Producción: La Noche de las Nerds (Booksmart)
Director: Olivia Wilde
Año: 2019
Plataforma: Cartelera Comercial

 

En 5 líneas esta película: 

Es una comedia coming-of-age

Tiene una dirección buena, pero inmadura

Las actuaciones se sienten precisas

Trata de no ser un cliché del género

Se nota que el guión se empeña en ser woke

 

 

 

Algo que le faltaba a esta nueva ola de comedia juvenil, de historias coming of age modernas, era el toque femenino. Y es que si bien la calidad no ha sido problema, con producciones geniales como Euphoria (HBO, 2019) para la televisión, y Eighth Grade (Burnham, 2018), Mid90’s (Hill, 2018), e incluso Love, Simon (Berlanti, 2018) para la pantalla grande, todos estos títulos han contado con un hombre en la silla del director. Es por eso que el debut directoral de Olivia Wilde fue tan esperado y, seamos honestos, el resultado no decepciona. La Noche de las Nerds ya es una de las películas más comentadas del verano y con justa razón.

Booksmart, por su título original, cuenta la historia de dos amigas a punto de graduarse de la preparatoria; ambas están muy orgullosas porque fueron aceptadas en buenas universidades y se sienten, en cierto modo, superiores que sus compañeros al haber dedicado su tiempo en la escuela a estudiar y tener las mejores calificaciones, mientras ellos la pasaban de fiesta. Cuando se enteran que los demás también van a buenas universidades, deciden que no van a seguir desaprovechando sus últimos momentos en la preparatoria y se proponen a apostarlo todo en la fiesta de fin de curso.

El tema de la película, es verdad, es uno que conocemos ya de sobra, al haberlo visto en otras producciones como Superbad (Mottola, 2007) o American Pie (Weitz, 1999), en donde un gran evento es el punto de no retorno para un grupo de adolescentes listos para dar el salto hacia la universidad y, en cierto sentido, también hacia la adultez. La diferencia aquí es una importante, pues ahora nuestras protagonistas son chicas y esta película está dirigida por una mujer, lo que le da a la historia un giro bastante interesante. Ese otro vistazo.

El de Olivia Wilde no es un nombre nuevo en la industria del entretenimiento, porque aunque esta es su primera película como directora, como actriz se le ha visto en docenas de proyectos para cine y televisión, desde The O.C. (una de las series teen por excelencia) hasta Her (Jonze, 2013), e incluso prestando su voz para el personaje de Charlotte en BoJack Horseman (Netflix). Tampoco es la primera vez que un intérprete reconocido decida pasarse detrás de la cámara, como han sido los casos de Jonah Hill con Mid90’s, Julie Delpy con 2 Days in Paris, o la veterana Fanny Ardant, que con 60 años dirigió su primera película, Ashes and Blood (2009). Como estos que la precedieron, Wilde no decepciona, pues aunque su dirección se siente todavía un poco verde, sí se puede ver la promesa de una evolución, como la que en su momento hicieron otros cineastas como Valerie Faris y Jonathan Dayton o Richard Linklater hacia proyectos más maduros; además, ya la crítica especializada y sus colegas del negocio se encargaron de dejar en claro que, de elegir continuar de este lado de la cámara, será recibida con los brazos abiertos.

Lo que sobresale más de esta película, sin embargo, son las actuaciones de sus protagonistas, pues no solo ambas, Beanie Feldstein y Kaitlyn Dever son excelentes como sus personajes, además tienen una química en pantalla tan impresionante, que varios de sus colegas mayores seguramente envidiaron. La elección de estas dos es la evidencia B de lo necesario que es un mayor reconocimiento para el director de casting por la Academia de Cine Estadounidense. La evidencia A fue el ensamble de Mamma Mia: Vamos Otra Vez (Parker, 2018).

Un único fallo que se le podría encontrar a Booksmart, además del título horrendo que le pusieron para su distribución en tierras hispanoparlantes, es el guión, pues aunque la historia es buena, atrevida sin ser de mal gusto, y actual sin ser repetitiva, se nota mucho que el guión pasó por varias manos antes de que la película iniciara producción, que se remachó y cortó con herramientas diferentes, y que en especial se recoció en un molde diseñado para encajar bien en todos lados, de complacer.

¿Es Booksmart una buena película? Lo es, y se agradece sobretodo que exista, que alguien haya decidido que valía la pena apostar por este proyecto donde la historia es la de dos chicas intentando divertirse y sobresalir, y donde una de ellas es abiertamente homosexual, con una familia que la apoya y sin una historia de salida del clóset llena de tragedia. Qué bueno que se haya hablado tanto de esta producción, en la que a la gente involucrada, se puede ver, le espera un futuro jugoso, frente y tras la claqueta.

 

 

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