Santiago PérezPosiblemente ustedes también se han dado cuenta que cada año hay una mayor oferta de series, y también que la calidad de algunas de estas es también mejor. Pues no se equivocan, este fenómeno es parte de la revolución de la televisión 2.0. El advenimiento de las plataformas de streaming han unido al mundo en un solo mercado de espectadores –por momentos más poderoso que el de la pantalla grande–, esto le da la oportunidad a los productores de series de pensar en grande, con un presupuesto en grande que atraiga actores, escritores y directores en grande.
Sería un error pensar que la revolución se ha consumado, al contrario, estamos a penas empezando y lo mejor está por venir.
Pero 2017 sí será recordado como un año clave, en el cual el formato de las series y el Imperio Netflix tocaron a la puerta (más bien aporrearon). Las pruebas son claras: por un lado el revuelo que se creó en Cannes tal vez no hizo otra cosa más que poner el nombre de la plataforma en la boca todos los integrantes de aquél prestigiado nicho; y por otro, una serie de televisión –distribuida por Netflix para Latinoamérica– terminó de inclinar la balanza en dirección al cambio.
Lo mejor de todo es que a final de cuentas los espectadores somos los que ganamos. Esperamos que hayan disfrutado tanto este año de grandes series y ¡nos vemos en el 2018!
–Equipo Bollo Negro
10. Better Call Saul
Plataforma: Netflix
Aunque al principio una precuela enfocada en Saul Goodman pudo parecer una buena idea por el hueco insaciable que dejó Breaking Bad, en el fondo sentíamos que era más bien una terrible idea. ¿Y qué más nos quedaba sino darle una oportunidad? Perdónanos Vince Gilligan, no te merecemos. Después de tres temporadas, la serie se ha ganado un lugar en el equipo titular, con personajes que se sienten cercanos y una tensión dramática que escala desde lo sutil hasta terminar en brutales tragedias. Finalmente Better Call Saul se hizo a un lado y dejó de vivir bajo la sombra de Walter White. Sí, aún esperamos su aparición porque somos fanboys, pero ya no la necesitamos.
–Simantra R.
9. The Expanse
Plataforma: Netflix
La ciencia ficción es preponderante en la cultura popular hoy en día. Y también en las series; si uno se pone a ver con detenimiento, estas pululan. Pero buenas series de ciencia ficción, prácticamente no las hay. Por eso es que se agradece tanto el surgimiento de The Expanse, una serie cuyo enorme regalo es un futuro no muy lejano, por lo que los efectos especiales son solo los necesarios y unos que podríamos ver hechos realidad en cualquier momento dentro de los próximos cincuenta años. Pero la virtud de esta serie de ciencia ficción es que sí cuenta con el elemento esencial de la ciencia ficción: la crítica a la sociedad. La forma en que se relata el advenimiento del ser humano como una especia multiplanetaria es tan solo una extrapolación de nuestra historia como una especie uniplanetaria; una por cierto, poco esperanzadora. Vaya compromiso con el espectador.
–Santiago P.
8. Mindhunter
Plataforma: Netflix
Cuando se anunció que el siguiente prominente director de Hollywood en hacer su aparición en el medio de las series era David Fincher, y que este iba a desarrollar una historia sobre asesinos en serie –su especialidad–, algunos esperaban ansiosos la segunda llegada de Seven. Lo que obtuvimos fue la segunda llegada de Zodiac. Ahora bien, para los entendidos, Zodiac es una película superior a Seven en casi todos lo aspectos, y esa calidad narrativa y ese suspenso psicológico se tradujeron a la perfección en Mindhunter. Dicho sea de paso, esta preferencia de un estilo sobre otro significa que el atractivo de la serie está en los diálogo más que en el gore. Tras el éxito de la primera temporada ya se espera su continuación. Veremos si el director permanece fiel a su elección o le hace un pequeño guiño a una audiencia más extensa.
–Santiago P.
7. The Crown
Plataforma: Netflix
The Crown repite su formato narrativo que agudiza los detalles para convertirlos no siquiera en detonadores, sino en auténticas pinceladas. Pero la mejor palabra para describir la serie es equilibrio, las cosas están donde tienen que estar; un mérito que se hace aún mayor considerando las sutilezas con las que se manejan las complejidades políticas e institucionales. La serie también funciona como un enfrentamiento de mortales contra fuerzas invencibles, y lo glorioso radica en que de vez en cuando los mortales también ganan.
–Simantra R.
6. Master of None
Plataforma: Netflix
La segunda temporada de las aventuras de Dev Shah resultaron en un claro salto de calidad respecto a su primera. Este éxito se debió a la audaz visión de Aziz Ansari de romper con un método narrativo tradicional, donde capítulos independientes de la historia en algunos casos resultaron de lo mejor de la temporada, como el galardonado episodio Thanksgiving. En otros casos estos episodios independientes le propiciaron a la historia cierta cadencia, como esperando a que todo se acomode por sí solo antes de seguir adelante. El exitoso comediante se tomó su tiempo para escribir esta segunda temporada, por lo que seguramente tendremos que esperar para una tercera; y lo haremos con gusto, siempre y cuando la recompensa siga teniendo ese calibre.
–Santiago P.
5. The Leftovers
Plataforma: HBO
Hay pocas series tan buenas y tan poco valoradas como The Leftovers. En nuestro país esta es una de esas que prácticamente se ignoran como parte del relleno en el catálogo de HBO. La realidad de las cosas es que hoy en día existen pocas producciones tan original y tan bien ejecutada como The Leftovers. Con un elenco espectacular, en tan solo tres temporadas la serie nos dio drama, romance, surrealismo y unas vueltas de tuerca dignas de los grandes exponentes de este recurso. Particularmente, los últimos dos capítulos de esta serie es algo que se deben guardar en una vitrina; este ha sido uno de los mejores ejemplos de cómo se puede jugar con la mente del espectador y además aterrizar la nave sin un átimo de turbulencia.
–Santiago P.
4. BoJack Horseman
Plataforma: Netflix
Quienes dicen que no se puede estar feliz y triste al mismo tiempo, claramente nunca han visto BoJack Horseman. Esta producción original de Netflix es discutiblemente su mejor serie a la fecha, siendo un sólido diez de diez en todo lo que tiene y todo lo que representa: calidad actoral, diseño de producción, dirección, música, humor, drama, capacidad de hacernos reír aunque tengamos los ojos hinchados de llorar. Todo lo logra y lo hace sin fallos.
Las agridulces desventuras de BoJack y sus amigos podrán parecer ridículas a simple vista, pero así como pasa con Hollywoo(d) mismo, pronto aprendemos que hay mucho más debajo de los reflectores y las alfombras rojas y, a veces, sólo hace falta un caballo en apuros para sentirnos comprendidos.
Dicho está que esta podría o no ser la mejor serie animada, podemos discutirlo. Pero lo que sí es irrefutable es que BoJack Horseman es la mejor serie en retratar la depresión, y eso no es decir cualquier cosa.
–Bela V.
3. Godless
Plataforma: Netflix
En un año particularmente bueno para las mujeres en pantalla (Wonder Woman, Atomic Blonde, La Batalla de los Sexos), Netflix se sumó a la causa y estrenó un western que le dio todo un nuevo significado al concepto de femme fatale, sin hacerlo menos digno de uso. Godless nos cuenta la historia del pueblo de La Belle, lugar que tras un grave accidente minero quedó habitado mayoritariamente por damas; cuando el destino y la mala fortuna ponen a La Belle en la mira de un peligroso delincuente y su banda de forajidos, quedará en manos de estas señoritas defender su hogar.
Si bien las protagonistas de la serie son todas dignas de mención por su magnífica puesta en escena, es el villano, encarnado por Jeff Daniels, quien le da a esta serie un sentimiento de urgencia, de peligro, casi como si realmente pudiéramos oler la pólvora a través de la pantalla. Con tan solo siete episodios, Godless logra un lugar indiscutible en esta lista y en el corazón de los amantes del género.
–Bela V.
2. Big Little Lies
Plataforma: HBO
Creo fervientemente que los términos mini serie o serie limitada le restan mérito a las producciones que no necesitan extensas temporadas para contar una historia de enorme calidad.
Apenas en el mes de febrero, HBO volvió a dar un golpe de autoridad con su indiscutible reputación; y es que si te toparas de frente a Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Laura Dern y Shailene Woodley no tendrías más remedio que hacerte a un lado. Con actuaciones en verdad sobresalientes, un drama sólido y con un ritmo abrumador, lo que más sorprende de la serie es lo bien ejecutada que está. Desde el primer episodio, Big Little Lies te advierte que antes de empezar hay que tomar una gran bocanada de aire, porque no habrá ni un segundo para respirar.
–Simantra R.
1. Twin Peaks: The Return
Plataforma: Netflix
Hace treinta años las series de televisión podían ser del estilo de KITT el Auto Fantástico o bien soap operas como Dinasty, o en el mejor de los casos Beverly Hills 90201. Estamos hablando de diez años antes de The Sopranos y quince antes de Breaking Bad. Para hacer la transición de esas primeras que mencionamos, a estas segundas, se necesitó de un mesías, llamado David Lynch. El mítico director, mediante las dos primeras temporadas de Twin Peaks, estrenadas en 1990, no solo se burló del status quo (principalmente de las soap operas) sino que se atrevió a ir tan lejos como muchos no se atreven al día de hoy.
Veintisiete años después de el estreno de su serie, David Lynch regresa. Y lo hace en una coyuntura donde la televisión (las series) y el cine se baten a muerte por el futuro del contenido y la distribución. No es coincidencia que la segunda venida de este mesías nos sirvió para volver a ver el camino con claridad. El mensaje está en frente de nosotros: el formato de serie no tiene límites, el límite es la capacidad del mismo creador. En el caso de David Lynch, este pareciera ser infinito.
Como testamento de esta revolución está la declaración de la tercera temporada de Twin Peaks como la mejor película del año, según la legendaria revista de crítica de cine, Cahiers Du Cinéma. Es decir: bienvenidos a una nueva era.