Producción: La Liga de la Justicia
Director: Zack Snyder
Año: 2017
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película: 

Es parte del universo cinematográfico DC

Reúne a héroes icónicos por primera vez en pantalla grande

Retoma el estilo de su universo animado

Tiene una narrativa un poco floja

Posiblemente solo deje satisfechos a los fans más clavados

 

  

 

Luego de que los universos cinematográficos alcanzaran a los líderes del mercado, Los Vengadores y también regresaran de la muerte a los X-Men, hacía falta otra pieza en el rompecabezas: la Liga de la justicia. Pasaron varios años para que estos grandes llegaran a la fiesta y aunque algo tarde, la espera ha terminado. Un proyecto ambicioso que ha tenido tropiezos y errores pero del que vale la pena hablar, no porque su desempeño sea excelente, sino porque la trascendencia del equipo ha marcado la pauta.

Fundados en 1940 con el nombre de La Sociedad de la Justicia de América, rebautizados La Liga de la Justicia de América y luego simplemente Liga de la Justicia, fueron uno de los primeros equipos de superhéroes del mundo y contaban entre sus filas con varios de los más populares personajes de todos los tiempos, como Superman, Batman, Mujer Maravilla y Flash. Luego los veríamos en la televisión con Los Super Amigos (1973) donde habría otros invitados como Scooby Doo (¿?) o el mismísimo Tarzán; además de la serie live action de Adam West, las películas setenteras de Superman, la serie de Mujer Maravilla o las películas noventeras de Batman, que aún resuenan en nuestros recuerdos de infancia.

Pero fue en los años noventa que las series animadas le darían un giro radical a los personajes de DC, con las producciones de Batman y Superman y en 2001 con la Liga de la Justicia; esta última logro un éxito de una manera totalmente distinta a otras caricaturas similares. Eso les dio la pauta a un mundo animado basto y en constante expansión. De ahí nacerían por lo menos diez obras basadas en el equipo y siendo honestos estas producciones hechas directo a formato casero no le piden nada a las películas live action recientes. La verdad es que DC no tenía de qué preocuparse de no ser por las constantes comparaciones con el otro equipo del cine, que después de su primer hito, Los Vengadores (Whedon, 2012), no ha habido realmente algo similar. Casi como si el éxito y la calidad lograda en ella hubiera sido un golpe de suerte y fuera tarea de la industria hacer que el rayo cayera en el mismo lugar dos veces. Las diferencias de tono y ritmo en DC eran abismales, quizá mucho por la influencia del cabecilla Zack Snyder y los estigmas que generó con su grandiosa Los Vigilantes (2009), una de las mejores del subgénero sin duda.

Pero luego de los fracasos de El Hombre de Acero (Snyder, 2013), BvS (Snyder, 2016), Escuadrón Suicida (Ayer, 2016) y el gran acierto paliativo de Mujer Maravilla (Jenkins, 2017), DC tenía un camino difícil que recorrer para equilibrar la balanza ¿Su apuesta? Aprender de su propia historia. Liga de la Justicia (2017) tiene detrás dos cabeza: Snyder, la más grande, y Whedon, quien fuera responsable del hitazo de la competencia. Esas dos cabezas tenían en mente una cosa: hacer una película entretenida que fuera fiel a su material, pero afortunadamente el material no solo era contundente, sino vasto. No sólo estaba el cómic, estaba la animación y es lo que esta toma quizá como mejor referencia. No es una revolución dentro de un subgénero populachero y que desde hace un par de años ya viene tristeando, negándose a propuestas como Deadpool (2016) o Logan (Mangold, 2017) por miedo a perder al público familiar. Acá hay aprendizaje de los errores y un entendimiento de que en el multiverso las historias se encuentran y dialogan. Utiliza clichés que aún emocionan, chistes que aligeran la carga, disyuntivas éticas que acompañan siempre a estos personajes en una versión bastante light y un montón de acción sin sentido porque ver pelear a seis personajes en un traje colorido es de las cosas más irreales y fantásticas que hemos imaginado.

Toda la controversia, la comparación y la mala leche sale sobrando. Liga de la Justicia es algo que cumple, y efectivamente es justa a consigo misma. Es entretenida, divertida y colorida, casi salida del papel, pero tiene fallas como el noventa por ciento de estas películas. Podríamos decir que entre Liga de la Justicia, las cintas animadas y un episodio de la serie del 2001 no hay mucha diferencia y eso es algo que da gusto.

Por fin Warner y DC se sentaron a entender el largo camino de su superequipo, aunque este no es perfecto. Por fin dejaron de buscar alcanzar el alto estándar impuesto por Marvel y empezaron a oír los ecos de sus propias historias. Por su puesto que no es una cinta excelente, indiscutible, pero tampoco aspira a serlo y es justo ahí donde éstos héroes encuentran la paz al menos por ahora.

 

 

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