Producción: Limonada (Luna de Miere)
Director: Ioana Uricaru
Año: 2018
Plataforma: 39 Foro Internacional de Cine

 

En 5 líneas esta película: 

Es de drama

Es una ópera prima

Está basada en historias reales

Retrata un panorama difícil y verdadero

No es sencilla de ver

 

 

 

Hace algunos años tuve un profesor que solía decir que, según su perspectiva, existen dos tipos de cine y nada más: Uno es el que nos aleja del día a día, de la cotidianeidad, al que asistimos para olvidarnos de nuestra rutina por un par de horas. El segundo es aquel que, por el contrario, existe más bien para recordarnos (y un poco echarnos en cara) sobre los horrores del mundo, la problemática que otros o nosotros mismos hemos tenido que enfrentar o una que es posible que encaremos pronto. El cine difícil de ver, le llamaba.

Limonada encaja en esta segunda categoría, al ser una película cuyo principal objetivo pareciera ser el de sensibilizar a la audiencia sobre qué significa para alguien irse de su país natal a buscar una mejor vida en el extranjero; en este caso en específico, es una mujer originaria de Rumania en pos del llamado sueño americano.

La ópera prima de la realizadora romaní Ioana Uricaru no es una fácil de ver, y es que su veracidad cala hasta la médula, su historia, que no necesitamos que nos recuerden que está basada en recolecciones reales (muchísimas, seguramente), es una bastante espinosa y que logra involucrarnos ya desde los primeros segundos, solo para arrastrarnos en una odisea de lo más lamentable.

Mara es una mujer proveniente de Rumania que ha estado trabajando en los Estados Unidos por alrededor de seis meses con una visa especial, pero que ahora espera obtener la residencia permanente gracias al matrimonio que contrajo con un hombre que conoció en su trabajo. Con ayuda de su madre, logra que su pequeño hijo Dragos vuele a Norteamérica con ella, que buscará de inmediato enseñarle inglés y luego inscribirlo en una buena escuela; sin embargo, una llamada del oficial de migración dará inicio a una cadena de infortunios que complicará todos los planes de Mara.

Mălina Manovici protagoniza Limonada con una fuerza y una presencia en pantalla que solo las más veteranas pueden presumir de hacer, y es gracias a ella que logramos comprometernos con la historia de Mara desde el segundo cero. Milan Hurduc interpreta a Dragos, su hijo, que encarna a la perfección la dificultad de estar en un lugar en donde ni tú entiendes lo que te dicen, ni ellos te entienden cuando hablas, la encarnación de los denominados niños perdidos de la migración.

Con todo y todo, esta película resalta más por ser dura que por ser genial, y es que donde la historia es contundente, la narrativa se siente opaca en todo momento y la dirección es más bien parecida a una de un testimonio documentado para televisión, no de una ficción hecha para recorrer las grandes pantallas del mundo. En cierto sentido, Limonada se siente como un episodio de La Ley & El Orden: Unidad de Víctimas Especiales, pero vista desde la perspectiva de la víctima.

¿Vale la pena, entonces, darle una oportunidad? Definitivamente sí, aunque no tanto por lo que es, sino por lo que representa.

 

add_filter( 'the_title', 'max_title_length');