Producción: Love
Año: 2016
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie:

Es comedia romántica.

Desarrolla muy bien a sus personajes.

No es convencional con el género.

Es buena comedia.

No es tan romántica.

 

   

 

Love es una serie de comedia romántica que trata las dificultades del amor a los treinta. La serie es la producción original más reciente de Netflix y creación de Judd Apatow (40 Year Old Virgin, Knocked Up). Aquellos que están familiarizados con el trabajo del director/productor pueden esperar la misma calidad de comedia y narrativa. La historia se cuenta a través de Gus, interpretado por Paul Rust (quien está en su debut protagónico y es co-creador de la serie), y Mickey, interpretado por Gillian Jacobs (Community). Los personajes no se conocen pero inmediatamente en la historia se nos hace saber que son un desastre para las relaciones personales y para la vida en general. La diferencia es que Gus es tan ñoño como se puede ser, y Mickey está buena y es toda cool. El par se conoce de casualidad, y aunque Gus se comporta como un baboso, le saca el teléfono a Mickey, quien en realidad no tiene ningún interés de índole sexual con él. La historia a final de cuentas es la clásica “ñoño se enamora de la buena”, pero el recorrido es novedoso y contrario a lo que pudiéramos esperar.

La serie es una mezcla perfecta de comedia “auto-degradante”, donde el punto es reírse de la miseria de los personajes; y romance tipo “chick-flick”. Gus es un nivel de ñoño con el que tal vez no nos habíamos encontrado antes, porque no solo dan ganas de darle unas bofetadas, también dan ganas de decirle que no nos queremos juntar con el. Su ñoñez no se detiene en su encanto por los actos de magia, sino que también dice cosas y actúa de formas que no dan ganas de invitarlo a comer. Y por supuesto el personaje se pinta para la comedia, aunque sea un poco negra. Mickey por el otro lado es una mujer que por encima parece adorable, pero que conforme más sabemos de ella entendemos mejor porque sufre. Mickey es alguien a quien quisiéramos conocer en la fiesta, pero de quien no nos gustaría depender para las cosas más banales, y menos con nuestros sentimientos. En ellos reside la grandeza de la serie: en la inesperada complejidad de sus personajes, que se parecen más a personas reales que a clichés clasificación B de cualquier otra comedia romántica. Love es una serie que nos muestra como el ser adulto significa reeducarnos a nosotros mismos para ser felices.

La comedia de Judd Apatow por lo general es buena (si no han visto Forgetting Sarah Marshall no se que esperan), y reencontrarse con el formato de serie de televisión le cayó bien (se dio a conocer con Freaks and Geeks, si no la han visto no se que esperan). A lo largo de los diez capítulos hay suficiente tiempo para explorar varios aspectos de los personajes, y desarrollar sin carreras la relación entre ellos. Al final la serie le caerá mejor a los que buscan comedia que a los que buscan romance. Love es una buena producción que inclusive se siente incompleta, y esto se debe tal vez a que la segunda temporada se estrena en 2017. Esta producción es sin duda un nuevo paso en la revolución de calidad de contenido en la televisión, y otro tiro al blanco de Netflix.

 

 

 

 

 

 

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