Mauricio GuerreroProducción: Mujer Maravilla
Director: Patty Jenkins
Año: 2017
Plataforma: Cartelera
En 5 líneas esta película:
Forma parte del universo extendido de DC
Es la primera cinta de súper héroes dirigida por una mujer
Tiene una excelente protagonista
Es madura en cuanto a los temas que trata
El tercer acto es genérico y superficial
Luego del fiasco que significó Escuadrón Suicida (Ayer, 2016) para el universo extendido de DC Cómics, y la mala recepción de Batman v. Superman (Snyder, 2016) (que acá creemos es una buena película), la compañía supuestamente opositora de Marvel/Disney se veía en números rojos frente a la inminente llegada de Ragnarok, el nuevo Hombre Araña y la Infinity War.
Sin embargo, DC aún tenía un último as bajo la manga, previo a la llegada de La Liga de la Justicia (Snyder, 2017) en noviembre. Ese elemento faltante ya había aparecido en BvS y es interpretado por la actriz israelí, ex militar y Miss Israel, Gal Gadot: Diana de Themiscyra o, como la conocemos normalmente, la Mujer Maravilla. Cuando se estrenó BvS muchos fans y críticos apuntaron que este personaje podría ser la clave del éxito para DC, por lo que el estudio apostó todo a la primera historia en solitario de su personaje femenino, clave de la santísima trinidad compuesta por ella, el hombre murciélago y el hijo de krypton.
En los cómics y series animadas, Mujer Maravilla ha sido un personaje rico y sumamente importante. Creado en 1941 por William Moulton Martson, psicólogo e inventor del ancestro del polígrafo moderno o el detector de mentiras, parafernalia que supuestamente da origen a la idea del lazo de la verdad. Moulton, un hombre extraño, influenciado por la literatura feminista de antes de la Segunda Guerra Mundial, vivía con su esposa, Elizabeth Holloway y su amante Olive Byrne, en una relación poliamorosa aceptada por los tres. Luego de buscar crear un súper héroe diferente con un perfil psicológico moderno y revolucionario, su esposa le recomendó que fuera mujer.
Así, el All Star Comics #8 (hoy día cierta tienda departamental morada ha lanzado una reimpresión del ejemplar) dio origen a un personaje sumamente transgresor para su época, y que se ha ido actualizando posteriormente a la edad de plata y bronce. La Mujer Maravilla tiene su origen como hija de Hipólita y Zeus, adquiriendo habilidades de otros dioses del olimpo y la mitología griega. Luego de varias iteraciones, de las cuales quizá la más exitosa es la de Lynda Carter en los setenta, el mítico personaje regresa al centro del escenario.
La cinta nos cuenta el origen de Diana en Themiscyra, y nos presenta un poco de la mitología del personaje y su relación con los Dioses. Luego de que el piloto Steve Trevor (Chris Pine) aterriza en la isla, Diana descubre que vive en una burbuja y decide acompañarlo a tierra firme para acabar con la Primera Guerra Mundial. Diana por fin conoce el mundo de los humanos y se extraña de él. Aprende ciertas costumbres y rechaza otras que no le parecen. Es un personaje curioso e inocente, distinto al que se nos mostró en BvS, donde parece ocultar secretos y horrores del pasado de los cuales quiere escapar.
Esa inocencia nos sirve como anclaje para entrar en los pensamientos y sentimientos del personaje, haciendo una de las mejores biografías del género. La cinta nos da ciertos momentos de comedia, de acción y de amor, pero también esconde en el fondo una serie de temas que hay que considerar. Más allá de la anécdota, que al final resulta bastante genérica (a saber, el tercer acto), las primeras partes de la cinta ofrecen un muestrario de temas como los roles de género, los horrores de la guerra, la situación racial, la migración y un discurso pacifista siempre apegado al personaje. Quizá al final la historia resulte mucho ruido y pocas nueces, pero se toma licencias que en el cine de superhéroes no se ven.
Si la comparamos un poco, toma algunos elementos de Thor (Branagh, 2011) (el Dios que se encuentra con humanos), Capitán América (Johnston, 2011) (el héroe de guerra) o incluso de Rogue One (Edward, 2016) (una película precuela/secuela que sirve de puente). Pero tal ve ese préstamo sea más un aprendizaje de la historia reciente de las franquicias, que indica que si no Warner o DC, al menos Jenkins se toma su tiempo de reflexión y de trabajo para brindarnos una cinta madura y compleja, no tanto por su historia, que forma parte del engranaje pop, sino por su tratamiento y su ejecución llena de guiños, sí a la historia del personaje y a otras obras similares, pero también a tema de la agenda mundial que urge seguir visitando.