Producción: Okja
Director: Bong Joon-ho
Año: 2017
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta película:
Es de drama con toque de fantasía/ciencia ficción
Tiene un gran elenco
Cuenta con efectos visuales y especiales que se compaginan perfectamente
La temática roza en la línea hacia el activismo, sin cruzarla
Causó controversia dados su estreno y distribución
Netflix es un titán entre hombres: A veces despiadado, pero con la capacidad de hacer obras extraordinarias cuando se lo propone. La muy sonada, más reciente película del surcoreano Bong Joon-ho es la prueba irrefutable que llega a marcar en hierro una nueva era para la producción cinematográfica del mundo.
Acertada o erróneamente llamado el digno descendiente de Park Chan-wook, Bong no es un cineasta corriente; ya con su primer largometraje en inglés Snowpiercer (2013) había empezado a mover olas en este lado del mundo gracias a su notable dirección de actores y a su refinada estética visual, mismas que se han visto a lo largo de su trayectoria y desde sus primeros trabajos. Okja viene entonces no sólo a reafirmar lo que ya sabemos de este realizador, también a enseñarnos que el cine también tiene caras que no conocemos.
Si es que estuvieron viviendo debajo de una piedra los últimos meses, tal vez no sepan que Okja estuvo en la boca de todos durante la pasada edición del Festival de Cannes, por desgracia más por un tema de distribución que por la película como tal. ¿Es justo que una película que se va a distribuir en pantalla chica se presente en Cannes? Ah, porque por si no les quedó claro al principio, esta producción es una orgullosa hija de Netflix, nada más y nada menos. Crítica y público se vieron divididos en opiniones al respecto, y la película estrenó en el festival entre aplausos de pie y abucheos, y como dicen que no existe tal cosa como la mala publicidad, el mundo clavó su atención en Okja.
Su reciente estreno internacional –de nuevo, a través de Netflix– no decepcionó.
Tilda Swinton (¿hay algo que ésta mujer no pueda hacer?), Paul Dano, Jake Gyllenhaal, Steve Yeun, Lilly Colins, Yoon Je-moon y la pequeña Ahn Seo-huyn son solo algunos de los nombres que conforman el elenco de esta producción, que más allá de la gran marquesina anterior, nos cuenta la escalofriante historia de una compañía transnacional que decide presentar al mundo una raza de supercerdos, criados específicamente para ser enormes y deliciosos. Varios de ellos son enviados a diferentes pares del mundo para ser crecidos en buenas manos. Diez años después, la compañía ha de coronar al mejor supercerdo, dando inicio a una nueva era de salchichas y chuletas. Okja, la ejemplar ganadora, es motivo de querella entre la empresa que la creó, la familia que la crió, y la organización pro derecho de animales que quiere parar el proyecto de los supercerdos.
Una historia que fácilmente se pudo haber tornado en una película más de propaganda, resultó ser sin más una de las mejores producciones en lo que va del año, y discutiblemente la mejor película original de Netflix. Si bien es cierto que sí es sin duda una película con mensaje, también es cierto que no abusa de su facultad de militar y más bien logra meter su moraleja justo como tal: como una moraleja. Las manos de artista de Bong tornaron una brutal realidad en una fábula. Más que un manifiesto, en un libro para colorear.
En medio de una tormenta de decisiones cuestionables por parte de Netflix, Okja llega como un paraguas tanto para ellos como como para nosotros como audiencia. Lo que sí me queda claro es que la carrera se va a poner interesante a partir de ahora, entre productoras, distribuidoras, festivales y programadores. ¿Será que Netflix regrese a Cannes el próximo año?