Producción: Please Like Me
Año: 2013 – 2017
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie:

Es un dramedy original australiano

Comprende cuatro temporadas

Es sencilla de ver y seguir

La escritura se siente agradablemente fresca

La musicalización es la cereza del pastel

 

    

 

Si estamos o no en la verdadera edad de oro de la televisión no es punto de discusión al día de hoy: estamos viviendo en tiempos de gran prosperidad en cuanto al contenido creado y transmitido para la pantalla chica, y es en gran medida por plataformas como Netflix, HBO y similares. La gente quiere ver buenas series de TV, así que a la TV no le queda más que producir más y mejores series para saciar esa sed de contenido. Canales, cadenas, plataformas, emisoras: la competencia es lo que nos beneficia a nosotros, como audiencia.

La serie original escrita y protagonizada por el comediante Josh Thomas es uno de los hijos más jóvenes de esta revolución televisiva; desde Australia para el mundo: Please Like Me. Estrenada por primera vez en ABC2, posteriormente fue adquirida por el canal estadounidense Pivot y eventualmente distribuida por Netflix en México y varios otros países. El formato es sencillo: cuatro temporadas de entre 6 y 10 capítulos cada una, de no más de 25 minutos de duración. La historia es sencilla como su formato, pero que quede claro que tal adjetivo no se está usando como algo flojo o negativo, sino todo lo contrario: es la sencillez de la trama y la ligereza del guión lo que hacen de Please Like Me eso que le faltaba a la televisión de hoy en día, pero que nadie sabía que le hacía falta.

Josh es un veinteañero gay viviendo una vida aparentemente despreocupada en Australia. Comparte casa con su mejor amigo Tom, un godín con una inusual obsesión con las jirafas. A la ecuación se suman los papás de Josh, divorciados; papá está estrenando una encantadora novia tailandesa y mamá recientemente intentó suicidarse. Finalmente está Claire, ex novia de Josh y nuevo interés amoroso de Tom… y esto, damas y caballeros, es sólo el piloto. Conforme la serie va avanzando, nuevos personajes se van uniendo a la pandilla de Josh. Nuevos amigos, nuevos amores, nuevos miembros de un grupo tan disfuncional que de cierta manera se siente como si estuviéramos pasando navidad con nuestra propia familia, y es eso lo que hace a los personajes de Please Like Me tan escalofriantemente humanos: son imperfectos. Tan imperfectos como cualquiera de nosotros puede ser.

Please Like Me es simple y sencillamente lo mejor que ha salido de Australia desde Cate Blanchett. Las cuatro temporadas están ya disponibles en Netflix, para que lo comprueben ustedes mismos.

 

 

 

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