Producción: Que Tenga un Buen Día
Director: Jian Liu
Año: 2018
Plataforma: 38 Foro de la Cineteca Nacional

 

En 5 líneas esta película:

Tiene excelente animación

Es una crítica a la situación social de China

Tiene humor negro

Forma un diálogo entre oriente y occidente

Aunque es corta puede sentirse que dura de más

 

    

 

Jian Liu es un director de cine de animación que en 2010 deslumbró al mundo con su cinta Piercing I, que comentaba la situación de varias empresas chinas obligadas a cerrar tras una crisis económica. Dicho trabajo se presentó en el Festival Internacional de Cine Animado Annecy y fue nominada a mejor película.

Ahora, siete años más tarde, Jian sorprendió al mundo al retirar su segunda producción, Have A Nice Day o Que Tenga Un Buen Día, de la selección oficial del festival debido a una polémica presión de su gobierno y una petición expresa del productor de la película. No obstante, la cinta tuvo un estreno mundial durante el 67 Festival Internacional de Cine de Berlín, donde tuvo una buena acogida.

Fuera de la polémica, la cinta propone una extravagante historia neonoir que a su vez plantea un diálogo entre el oriente y occidente, gracias a una serie de referencias y planteamientos que van desde la cultura pop hasta la política y economía internacional en una ácida crítica a la sociedad de su región. La historia presenta la perspectiva de varios personajes, que por situaciones adversas coinciden en algún momento: un joven que roba dinero para la cirugía de su novia, un mafioso que intenta recuperarlo y el matón que envía a por ello, un par de tontos que buscan ganar ventaja, un chofer y un inventor que busca salir de la pobreza.

Realizada bajo la técnica de la rostoscopía y la animación de línea gruesa en dos dimensiones, Que Tenga un Buen Día es un viaje por los bajos fondos más sórdidos de las regiones industriales chinas, sus clases bajas y el mundo underground del hampa, donde la violencia y la lucha por la supervivencia son cosa de todos los días. En la historia vamos encontrando una serie de referencias a clásicos hollywoodenses, como Rocky (Avildsen, 1976), Los Juegos del Hambre o Rápidos y Furiosos, cintas taquilleras que balancean su éxito o fracaso en taquilla gracias al mercado chino, algo que es bien sabido por los productores de dichas películas.

Pero también al cine de Bruce Lee, conocido actor norteamericano de origen chino o Quentin Tarantino, quien es conocido por tomar referencias del cine oriental, como a la película City On Fire (Lam, 1987) en la que basó su ópera prima Perros de Reserva (1991).

Así mismo, en uno de los momentos más honestos de la cinta, el personaje de el inventor recita los tres niveles de libertad de acuerdo a su experiencia: la libertad del mercado local, libertad de supermercado y libertad de compras por internet, donde cada una la define como el poder comprar en cierto lugar sin tener la más mínimo preocupación, siendo el poder adquisitivo y la libre compra los ejes de esa libertad. Un comentario que repunta de manera crítica a la economía controlada de China, que vive bajo un régimen comunista y que además es potencia mundial, haciendo a Jian Liu una de las voces más refrescantes y pujantes de su generación y su región, lo que hace a esa corta pero mordaz película una prioridad para cualquier cinéfilo.

 

 

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