Semana Santa fue testigo del estreno más impactante en la historia de la franquicia de los Rápidos y Furiosos. La octava parte de las aventuras de Toretto y compañía ha recaudado aproximadamente 532.2 millones de dólares tan sólo en su primer fin de semana (en México 17.8), superando el récord de Star Wars VII hace un par de años. Pocas franquicias han logrado mantenerse en picos de popularidad tan prolongados, y se nos viene encima un sentimiento de confusión al pensar que existen ocho de éstas películas y que se tienen pensadas por lo menos dos más.
En Bollo Negro estamos muy intrigados por los motivos de estas afirmaciones y decidimos tomar con toda la seriedad este fenómeno para traerles nuestras reflexiones finales de un hit nacido de un chispazo hace dieciséis años, por lo que aquí les dejamos algunos consejos para construir tu propia franquicia millonaria, por si estás en busca de un chance para poner tu propio changarro.
Aprovecha las oportunidades
La primera película de la saga llegó en 2001, luego de que Universal Pictures consiguiera los derechos del título de una película sobre crímenes y autos de 1955 llamada The Fast and the Furious. La versión dosmilera presenta la historia de un policía que se introduce en el hampa de Los Ángeles para cazar a unos contrabandistas que además corrían autos por diversión. La película fue un éxito instantáneo que recaudo más de 200 millones de dólares. Sin extrañarle a nadie hubo una secuela, 2 Fast 2 Furious, que también pegó, y para sorpresa de nadie esta dio paso a una tercera, totalmente distanciada de la historia original, llamada Tokyo Drift. A partir de la cuarta entrega era obvio que no importaba lo que se mostrara en pantalla, si hacia vroom vroom, vendía.
Moraleja: Si funciona, ¿para qué detenerse?
Reúne un buen equipo
Uno de los grandes atractivos de la franquicia son sus actores y actrices, que han dejado una huella personal en cada película. Vin Diesel y Paul Walker formaron una mancuerna entrañable a la que de a poco se le fueron agregando figuras de la talla de Ludacris, Don Omar, Tego Calderón, Gal Gadot (la Mujer Maravilla), La Roca, Jason Staham y la mismísima furiosa, Charlize Theron. Los personajes rayan en los estereotipos, pero todos han jugado un papel importante en el reparto, y ninguno está fuera de lugar: todos tienen una función específica y clara, de tal modo que su ausencia en algunos casos es notable. Además existe ese lazo familiar palpable en pantalla y una fidelidad a la saga (junto a una buena paga) que hace que su reparto regrese siempre que se le necesite.
Moraleja: Que no te de pena juntarte con los ñoños, pero recuerda que en una de esas los chicos buena onda son los que te van a llenar las salas.
No tengas miedo al cambio
Rápidos y Furiosos es una saga que se ha construido sobre la marcha. Su principal cambio ha sido de un cine de antihéroes a uno de policías y ladrones; un cine de acción como el que se solía abastecer en los años ochenta, o como el que actualmente copa los universos cinematográficos de los súper héroes. Otro cambio que le ha venido a bien sin duda es el de sus directores: el primero fue Rob Cohen, responsable de películas como Corazón de Dragón (1996), XXX (2001, 2005) y la tercera infame parte de La Momia (2008). A él, le sucedió John Singleton, nominado al Óscar por Los Chicos del Barrio (1991) y a éste Justin Lin, director de cabecera de la tercera entrega a la séptima. El director de esta entrega más reciente es F. Gary Gray, director de Straight Outta Compton (2015), quien lleva el timón del barco. Todos ellos han sabido traer su marca personal a la franquicia, sumando y respetando su espíritu.
Moraleja: No le tengas miedo a probar cosas nuevas, que son las que harán que tu trabajo siempre esté fresco como pan recién salido el horno.
Sé diverso
La diversidad étnica y cultural le ha brindado a la saga personajes anglosajones, latinos, blancos, negros, orientales, pobres, ricos, criminales, policías, paleros, posers y emos. Esto ha preparado a la franquicia para un mundo globalizado, que sin ningún problema sostiene sus números en otros mercados que no sean los Estados Unidos. Con la reciente apertura de Cuba al resto del mundo, una de las primeras noticias fue que Vin Diesel y compañía se lanzaron en caliente a filmar el inicio de la octava parte en La Habana, pero antes ya nos habían llevado a la India, Brasil, Miami, Nueva York, L.A., Inglaterra, entre otros.
Moraleja: La diversidad es un factor que le dará un sello particular y te abrirá mercados. Es el quedabien perfecto.
Aguanta vara durante las crisis
La muerte de Paul Walker fue un golpe duro para la saga; fue una tragedia que puso en duda la continuidad de la historia. Sin embargo, los cabecillas de la franquicia no son nada tontos, y pusieron a trabajar a sus animadores para terminar el trabajo de la séptima película con CGI y darle un final digno de las lágrimas. En la octava entrega (spoiler alert), Brian es solo mencionado, dejando claro que se ha decidido no continuar con su resurrección CGI (¿quién dice que no hay ética en la industria?), sin embargo existe un pequeño y tierno homenaje a su memoria al final gracias a Dom y al nuevo Brian.
Moraleja: Tómatelo con calma, respira profundo, cuenta hasta diez (entregas) y continúan con tu trabajo, que crisis siempre habrá, lo importante es que seas más inteligente que tu problema.
Ten claridad y consistencia en tu discurso
No hay que ser un genio para dilucidar los motivos de los personajes, pues son ellos mismo quienes abiertamente admiten sus razones y sus emociones (rápidos, furiosos y expositores). Mil y una vez hemos oído a Dom hablar de la familia, el respeto y la lealtad. ¿Cuántas veces tenemos que escuchar su discurso para que lleguemos al punto de recitarlo junto con él? Aparentemente las que sean necesarias.
Moraleja: Apuesta siempre por valores universales, son sencillos de manejar y fáciles de identificar. Repítelos y deja que sean el eje moral de todo mundo. No importa si aburres (ver abajo).
Sé entretenido
Ahora sí, la respuesta definitiva y algo que será la clave que hará que todo tu esfuerzo valga la pena ¿Por qué esta saga millonaria sigue copando las salas? Pues es fácil:
Explosiones, carros, peleas, mujeres, raperos, carros cayendo de aviones, carros atravesando edificios, submarinos atravesando carros y cayendo en edificios. Todo ABSURDAMENTE ENTRETENIDO. Ver Rápidos y Furiosos es desconectarse de toda realidad, emocionarse como chamaco y simplemente darle un respiro a todo por un par de horas. Es liberador, divertido y sencillo. Nunca va a ganar la Palma de Oro, nunca ningún erudito la va a llamar una obra esencial del cine, y ciertamente el séptimo arte seguirá su camino hacia el siglo XXI una vez que la franquicia ya no esté entre nosotros. ¿Pero quién quiere entrar a ver Post Tenebras Lux un domingo de cruda?
Moraleja: No te preocupes por ser profundo y trascendental, que para eso existen otras películas. Preocúpate por ser original, divertido y sencillo. Casi sin escrúpulos.
Pues ahí lo tienen, ahora cualquiera puede tener su propia franquicia millonaria… Obvio no, pero la realidad de las cosas es que hay pocas formas de describir la franquicia de Rápidos y Furiosos, y muchas menos formas de explicar su éxito. Nos guste o no este tipo de cine, hay una palabra para ambas: fenómeno. Chatarra sin lugar a dudas, pero chatarra fenómeno, porque chatarra hay mucha, así de exitosa, escasas.
No nos agradezcan, solo inviten a la premier.