Ahora que la temporada ha terminado, queremos recordar por qué el episodio siete es el mejor. ¿Qué más queda por decir? Tengo una amiga que está planteando hacer su tesis de divulgación de la ciencia haciendo un análisis de contenido de Rick and Morty (en serio); y yo no soy doctor en física, ni pretendo hacer psicoanálisis de los personajes, ni hablar de la filosofía nihilista de Rick, incluso siempre hay más de una referencia que se me escapa en cada episodio, y sin embargo, levanto la cara, no siquiera como un fan, sino como una persona que domingo a domingo se ha dejado deleitar por esta serie, y vengo aquí a poner el pecho a las balas al decirles algo que les va a causar ruido: el episodio siete de la tercera temporada es lo mejor que se ha visto en la televisión en lo que va del año. Y pónganle en frente a quién quieran, ni la multipremiada Big Little Lies, ni el fenómeno Game of Thrones.
Para ser claros, Rick and Morty no está descubriendo el hilo negro, y si nos ponemos estrictos hasta podríamos señalar su metodología de hibridación y recontextualización de discursos que ya han sido exitosos. El mérito de la serie no es solamente la capacidad de pensar a nivel conceptual sin traicionarse a sí misma, sino la excelente ejecución de sus episodios.
Pero vamos por partes, las primeras temporadas lograron construir toda una comunidad de fans que es mucho más aguerrida y sanguinaria que la de cualquier otra serie (incluyendo GoT y TWD), así que la tercera temporada tenía que golpear durísimo. La serie dio el banderazo de salida en April’s Fools sin previo aviso, sorprendiendo así a todos, y siendo un excelente primer episodio que hizo explotar internet y que ya nos dejaba salivando. Unos meses más tarde, con el estreno del segundo episodio los fans se dividieron, algunos esperaban ver a la serie con el nivel de su inicio de temporada y obtuvieron un episodio promedio; sin embargo, de ahí para arriba. Los episodios tercero al sexto fueron mucho mejores y ya podíamos dimensionar una excelente temporada, discutiblemente la mejor. En este punto, cada episodio había sido estrenado en domingo; Adult Swim avisó que habría una semana de descanso, mientras que el promocional mostraba a Rick y Morty alistándose para asistir a una aventura en la Atlantida. Así que sólo lo vimos como un descanso para ajustar el calendario. Pero la bomba finalmente fue soltada. La genialidad de Rick and Morty no se queda solamente en su contenido, sino también en su capacidad para sorprender a los fans una y otra vez.
Citando a un buen amigo “el episodio es una clase magistral de narrativa para series”. Y es que en veintidós minutos tuvimos cuatro historias que por sí solas daban para contar un capítulo completo, y que se desarrollaron plenamente sin estorbarse, y al llegar al climax te explota la cabeza, así, sin más. El episodio entonces no fue una aventura en la Atlantida, sino un puñado de historias con la premisa fatalista de que no se le puede vencer al sistema, entre broma y broma se nos presenta un discurso crudo, crítico y denso como chapopote, la autentica pus negra; un contexto que asusta al sentirse tan cercano. La ciudadela de los Rick había sido un escenario habitual en la serie, pero en esta ocasión la vemos como un sistema complejo y vivo que si nos recordamos a nosotros mismos pensándola como un destino de tantos en las aventuras de Rick y Morty, quedamos como tontos.
Entonces, con un manejo excelente del factor sorpresa, una estructura narrativa impecable, una premisa fuerte, la recontextualización de algunos elementos, y con un mood orwelliano, la serie dio un golpe de autoridad sobre la mesa para todos los que la creían pretensiosa, regalándole a los fans el episodio que GoT no le pudo dar a los suyos. Rick and Morty puso la vara altísima con su tercera temporada, los fans estamos vueltos locos y aquellos que aún reniegan están empezando a ceder. Si aún no han visto el episodio pueden buscarlo en YouTube (pero no le digan a nadie que nosotros los mandamos), eso sí, si quieren sentir todo el peso de lo que fue este fenómeno deberían haber visto todos los episodios anteriores.